Vestidos con aves, faldas en forma de sombrillas y telas de múltiples colores caracterizan los diseños de Agatha Ruiz de la Prada. Para trascender las pasarelas, la diseñadora madrileña armó una exposición que exhibe 55 trajes originales, una retrospectiva de sus creaciones preferidas durante sus 30 años de carrera.
Es la primera vez que esta exposición pisa tierras mexicanas. La intención de la modista es que la gente pueda disfrutar la experiencia de ver los trajes con detenimiento y apreciar los colores, texturas y diferentes materiales que la creadora utiliza para la manufactura de cada diseño. “Ir a un desfile de modas es estupendo, hay personas que se vuelven locas por eso, pero me parece más bonito y emocionante que un público más amplio pueda ver mis creaciones”, comenta Ruiz de la Prada.
Cinco salas del Centro Cultural de España lucen como vitrinas de tienda de diseñador. Se exhibe un vestido piano, un traje estrella y un blusón con peluca integrada. En cada pieza luce la marca indeleble de la artista, colores brillantes como el fucsia, el amarillo, el rojo o el azul, además de la utilización de materiales nada convencionales, como ruedas, flores artificiales, espejos y hasta rejillas de aluminio.
“Son mis trajes favoritos, piezas con mucha historia, casi todos son réplicas de algunos que me he puesto. Usar estos vestidos es como un happening, imagínate entrar a una fiesta con un traje piano o con pájaros de verdad. La gente se queda sorprendida”, platica la diseñadora.