Carmen Gaitán
Foto: Alejandra Carbajal

El cuarentón de San Carlos

El Museo de San Carlos ya llegó a su cuarta década. Platicamos con Carmen Gaitán Rojo, su directora.

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Eso que en su origen se pensó como una casa de campo, regalo para el hijo de una marquesa, con el tiempo se convirtió en la Tabacalera Mexicana, la Escuela Nacional Preparatoria 4, la sede de la Lotería Nacional y, actualmente, en el Museo Nacional de San Carlos, la guarida de una colección de arte europeo impresionante. Su creador Manuel Tolsá conjugó el estilo barroco y el neoclásico en este edificio. Este año cumplió ocho lustros como museo, platicamos con Carmen Gaitán Rojo, su directora.

El museo no sólo ha destacado por su programa de exposición (Goya, Sorolla y Warhol), también lució por su remodelación.
Requirió una inversión de 15 millones de pesos. Durante casi un año, tuvimos un ejército de trabajadores comandados por el doctor en restauración Ricardo Prado. Se recuperó el auditorio, conseguimos un elevador para brindar facilidades de acceso, se abrió una cafetería, despejamos el jardín, pusimos espacios para bicicletas. El museo se activó por completo.

Hay un estigma de que el arte antiguo europeo es aburrido, ¿cómo cambiar esa perspectiva?

La vocación del museo es difundir el arte desde el gótico hasta principios de siglo XX. Sin embargo, tenemos un menú muy variado de exhibiciones y actividades. En cada una de las exposiciones usamos un modelo de visitas guiadas dinámicas, basadas en los aportes de Rika Burnham (educadora del Metropolitan Museum of Art y la primera en obtener el premio James D. Burke en artes por esta labor). Se trata de que la persona participe desde que llega a la sala, que tenga su propia interpretación de la obra y que no siga al guía de manera pasiva.

Han realizado algunas muestras muy interesantes de artistas contemporáneos que, desde una perspectiva fresca, hacen referencia al arte antiguo.

Sí, me interesa traer más público y por eso invité a Gottfried Helnwein el año pasado, en un ejercicio de diálogo con el acervo del museo. Esa muestra y la de Thorsten Brinkmann atrajeron a más visitantes, sobre todo jóvenes, que nunca habían venido.

¿Habrá más proyectos de este tipo próximamente?

Hasta el 17 de noviembre tenemos el proyecto Convivencias de la fotógrafa Cristina Kahlo, quien se inspiró en una obra del pintor español Pelegrín Clavé -quien fue director de la Academia San Carlos en 1846- para crear piezas en torno a la mirada. Me gustaría traer más proyectos contemporáneos; sin embargo, hay otra línea, las autoridades del Conaculta me han pedido que me circunscriba a los acervos del museo. Eso no impide que busquemos hacer de este museo un lugar que te sorprenda.

Museo Nacional de San Carlos.

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