Mientras no mirabas. Laure Prouvost

Cuando Laure Prouvost, radicada en Londres, recibió el prestigioso premio Turner en 2013 (para creadores ingleses o asentados en Gran Bretaña menores de 50 años), la crítica se sorprendió. Fue galardona por la videoinstalación Wantee, en la que recrea el ambiente de una sala de té con proyecciones en las que habla sobre su abuelo ficticio. La instalación llega a nuestro país en la muestra Mientras no mirabas.

Si acaso esta pieza ofrecía una experiencia artística interesante, dada la relación entre imagen, texto y estímulos sensoriales, parece que a México no llegó el paquete completo. Mientras que en Europa y Estados Unidos la instalación incluye objetos como mesas, tazas, teteras y lámparas, en el Laboratorio Arte Alameda sólo vemos unas cuantas sillas. La pieza se siente inconclusa, ya que lo más relevante de la muestra es la recreación del ambiente, tanto en el museo como en la pantalla. La clave en los trabajos de Prouvost es provocar ilusiones ópticas en espacios reales.

No hay mucho más que rescatar de la exposición, que incluye la intervención This Voice en otro espacio del recinto. Esta pieza integra elementos como luz, sonido, la instalación de una alfombra y pintura en los muros, con estos se pretende aportar sensaciones al espectador, como “engañar al ojo” y hacerte sentir como si miraras a cielo abierto. Desafortunadamente, los elementos parecen estar ahí sin cohesión, se quedan cortos.

Está bien que el discurso de la artista sea que el espectador juegue con las ideas de ficción y realidad, y motive la imaginación, pero eso no justifica que tengamos que ‘imaginar’ el resto de las piezas que no se presentaron en la muestra.