Inaugurado en 1991, este museo se encuentra ubicado en la sexta inspección de la policía del DF. El edificio, construido por el arquitecto Federico Mariscal en la época porfiriana, cuenta con un pequeño patio central rodeado por varias recamaras que actualmente fungen como salas de exhibición.
El primer salón está dedicado a los jefes de la policía que ha tenido la ciudad, comenzando por el coronel Fernando González, en 1904, hasta el doctor Manuel Mondragón y Kalb, en 2013.
La siguiente sala muestra algunas fotografías de la policía motorizada, en la que se puede apreciar una foto de Pedro Infante, y algunas de las primeras licencias de conducir. Además rescata la evolución del control de tránsito, pasando de un policía dando órdenes en un crucero a un sistema de semáforos muy sofisticado.
Cuando llegas a la sala dedicada a las apariciones de la policía en películas, como El patrullero 777, de Cantinflas, o Calabacitas tiernas, de Tintan, quieres salir corriendo. No sólo por la resolución de las fotos, sino porque fueron tomadas directamente de pantallas de televisión.
La museografía no se destaca por su audacia. Tristemente la exposición permanente parece la casa de la abuela llena de fotos sin datos o explicación alguna.
El museo alberga tres exposiciones temporales. La primera, Asesinos seriales, en la que se ilustran las historias más sangrientas protagonizadas por homicidas como Charles Manson o Hilter. La segunda, El miedo, es la exposición que anteriormente se encontraba en el Antiguo Palacio de la Autonomía de la UNAM, sobre los mitos de criaturas sobrenaturales como hombres lobo, brujas y vampiros. Finalmente, para los niños, se presenta Bichos, con más de 300 especies, que van desde mariposas, arañas y gusanos hasta crustáceos (que según el curador de la exposición son bichos).
En 1998 el museo comenzó a remodelarse y al parecer algunas partes siguen inconclusas.