Esta exposición toma como punto de partida la información digital y la representación del paisaje. Toca la realidad que impone la tecnología y cómo ésta logra afectar las propuestas artísticas, volviéndolas de fácil plagio.
Es una idea retomada de la poeta y ensayista Marjorie Perioff, quien describe que el trabajo del experto no sólo debe imitar, sino dar sentido a lo ya existente, para así lograr la permanencia en la memoria.
Destaca la participación de Andrés Janacua y Julie Spielman quienes conforman el colectivo Galería Perdida. En su obra El miedo corroe el alma, los artistas exponen un archivero de madera y azulejo que abriga una curiosa colección de CDs y DVDs con grabaciones de otros artistas, invitando a la meditación sobre el acceso y la posesión de un material “no auténtico”.
Por su parte, Eusebio Bañuelos, en El Gran Libro de Oro plantea un viaje a través de Egipto a partir de la expropiación de imágenes existentes en internet, la mayoría obtenidas de fuentes académicas, de construcción colectiva, foros de discusión, páginas comerciales y sitios pornográficos, logrando asignarles un sentido entre el pasado y presente.
El artista mexicano Leo Marz proyecta tres obras, en las que estudia las significaciones del cine del siglo XX. Mientras que Diego Berruecos, Guillaume Désanges y Ariella Azoulay, también participan con obras que abordan la crítica y reflexión entre naturaleza y nuevas tecnologías.