Definir la obra de Darío Villalba no es nada fácil, su producción es a menudo inclasificable. Rompe con los patrones de su época y oscila entre la pintura y la fotografía mientras juega con soportes e instalaciones pictóricas. A partir de este enigmático estilo, el Museo de Arte Carrillo Gil presenta la primera muestra individual del artista español en un museo en México.
La exposición abarca más 40 años y expone 21 piezas que reflejan detalles de la vida cotidiana. Sus fotografías comprenden temas como la figura humana, vagabundos, gente de la calle, grafits, bolsas de ropa sucia y pacientes de hospitales. En su obra predomina el blanco y el negro, cielos grises y rostros difuminados que provocan nostalgia y un contraste interesante con las paredes rojas de las salas del MACG.
La curaduría estuvo a cargo de Carlos E. Palacios y uno de los aciertos fue integrar dos encapsulados en metacrilato (La oración y Almohadas) que aluden a figuras humanas, a simple vista ambas muestran a personas sufriendo. El español es de los pocos artistas que utilizan esta inusual técnica.
También verás 30 fotografías intervenidas de los Documentos Básicos, un archivo formado por el artista a lo largo de su vida. La importancia de esta exposición reside en Darío Villalba como figura clave en la escena artística española: fue miembro tardío del grupo El Paso y sobresalió por hacer de la fotografía el medio para la reconstrucción sensible de la memoria.
