Diego Rivera es reconocido por sus numerosas contribuciones al arte nacional mexicano, específicamente con el muralismo y sus representaciones de arte social, pero poco se sabe de su valiosa aportación a la historia del arte en América en general, y en diferentes facetas artísticas. Es por ello que el Museo Mural Diego Rivera presenta la exposición Diego Rivera: Re-visiones de Norteamérica, en la que se recalca que el artista además de realizar los murales para el Instituto de Artes de Detroit y el City Club de San Francisco, fue pionero en la introducción del arte moderno en aquel país.
La exposición nos recibe con una de las pocas obras que Rivera realizó con la técnica del puntillismo, Tierra quemada de Cataluña, de 1911, misma que aporta el Museo de Arte del Estado de Veracruz. Luego, a lo largo de cuatro salas distribuidas en los dos pisos del museo se presentan los bocetos de los murales que Rivera pintó en Estados Unidos, como La Industria de Detroit de 1932 del Instituto de Artes de Detroit y Alegoría de California de 1931 para la bolsa de valores de San Francisco.
Las obras seleccionadas por el curador y nieto del pintor, Juan Rafael Coronel Rivera, van desde dibujos, bocetos y reproducciones de sus murales, litografías, esculturas y fotografías de su autoría, libros y folletos donde se habla de él y su obra, además del bocetaje de los diseños de escenografía y vestuario que Diego Rivera hizo para la obra de teatro Horsepower, de Carlos Chávez de 1927.
El impacto artístico, ideológico y temático que tuvo Rivera en Estados Unidos durante los años treinta se nos muestra a través de salas que exponen el desarrollo de cada obra acompañadas de citas del artista, mientras subes las escaleras escoltado por una reproducción del mural Hombre en el cruce de caminos, de 1932, hasta terminar con retratos de Rivera que hicieron artistas norteamericanos como Louise Nevelson y Isamu Noguchi.