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[title]Si te gusta visitar las exposiciones de fotografía en la Ciudad de México, tal vez te interese el trabajo de Virro Borja. Este fotógrafo se ha distinguido por capturar imágenes de los mejores restaurantes de la CDMX. Conoce su historia.
Tu libro encapsula tu trayectoria como 10 años de fotógrafo, ¿Cómo surgió este proyecto?
A lo largo de mi carrera he colaborado en libros de gastronomía, de chefs, de destinos turísticos, y también para diferentes marcas e instituciones gubernamentales; pero nunca había sacado un libro que reuniera toda mi obra. En el libro hay desde fotografías personales, profesionales y artísticas. Se me hizo buena idea sacar esta obra editorial para mis 10 años, es algo significativo.
Eres un fotógrafo versátil, ¿qué corriente de la fotografía es tu predilecta y por qué?
Tengo diversas disciplinas en las cuales me especializo, pero últimamente la fotografía comercial me ha llamado mucho porque, más alla de un fin comercial, también tiene un fin creativo en el que se confrontan la post-produccción, la creatividad, el retoque digital, y hasta a veces los efectos especiales. No es un trabajo incidental, es algo bien pensado para llegar a un objetivo.
Por ejemplo, en las fotografías de comida pasa que el platillo puede ser muy bueno, pero lo realmente importante de la fotografía es que al verlo se te antoje.
¿Qué es lo que más te llama la atención de hacer retratos? ¿Qué persona te ha significado un reto para retratar y por qué?
Lo que más me llama la atención de hacer retratos es el momento que paso con la persona retratada. Al principio hay gente que no está acostumbrada a que le saquen fotografías y conforme avanza la sesión se ve como va cambiando su actitud, su postura, su expresión corporal. Se nota cómo va mejorando la confianza de una persona hacía mi y se ve reflejado en la imagen. Es interesante siempre ver la primera foto de la sesión comparada con la última, hay un cambio drástico.
Todas las personas son un reto porque realmente capturar su esencia es lo complejo y es lo especial. Pero si debo elegir a alguna, podría ser una fotografía de una geisha, que tomé en Kyoto, Japón. Me llevó bastante tiempo, ya que las geishas no se dejan ver tan facilmente y aún menos fotografiar, así que tuve que esperar unas horas para poder captarla en ese momento preciso.
Foto: Virro Borja
He visto tu trabajo al fotografiar gastronomía, ¿qué posibilidades tiene este tipo de imágenes? ¿qué es lo más rico que has fotografiado?
Las posibilidades de este tipo de fotos es la transmisión de memorias, sabores, sentidos, pero también de amistades y de momentos compartidos.
He tomado fotos a la mayoría de los chefs mexicanos, desde los más famosos y a otros no tan conocidos pero muy talentosos. Lo más rico que he fotografiado son platillos de Oscar Sánchez, el chef ejecutivo del restaurante La Capital. Sus platillos son tan perfectos para comer y para fotografiar. Eso es lo complejo, porque a veces un platillo es delicioso pero no es tan fotografiable; o a veces un platillo no es tan bueno pero sale muy bonito en fotos. En la fotografía de foodStyling a veces se usan elementos que no son comestibles porque se ven mejor que el verdadero alimento.
¿Qué fotógrafos influyen en tu trabajo?
Han influido diversos fotografos alrededor de los 10 años que llevo de fotografo. En mis principios me gustaba mucho David LaChapelle, por sus grandes producciones (lo que hay detrás de la foto). Después me influenció mucho Annie Leibovitz, por la situación del retrato, este vinculo entre la persona, la cámara y el fotógrafo que ella maneja increiblemente bien.
Admiro mucho el trabajo de Sebastiao Salgado por sus fotografías atemporales en lugares increíbles, con encuadres fenomenales. La mezcla de tantos elementos en una misma fotografía.
Y últimamente, me ha gustado mucho el trabajo del fotografo fránces JR, que ha pasado de la fotografía a un grado más allá, desde instalaciones hasta arte urbano. Su obra tiene una gran exposición.
¿Qué es lo que más te llama la atención de capturar imágenes de un poblado o ciudad?
Personalmente lo que más me llama es que pasan los años y después el ver estas fotografías es como recordar el tiempo.
Desde el punto profesional lo que más me llama la atención es compartir y hacer viajar a otras personas, poder mostrar pueblos recónditos, gente excepcional y tradiciones.
Foto: Virro Borja
¿Cuál es el lugar que más te ha cautivado y por qué?
Sin duda la isla de Cuba, porque ahí fueron mis inicios en fotografía. Fue cuando empecé a entender los contrastes y los claroscuros que existen tanto en la vida como en la cámara. Voy cada año a la isla y es como un regreso a la raíz.
En Time Out México somos una guía de la CDMX, ¿cómo defines esta ciudad? ¿Qué es lo que más te gusta o lo que no?
Yo defino la CDMX como una ciudad eléctrica, cosmopólita, en constante movimiento y crecimiento. Es bella y caótica a la vez, con un desorden surrealista que llevamos como una forma de vivir. Me gusta que puedes hacer lo que quieras, como quieras y a la hora que quieras.
Me encanta que uno no para de conocer las ofertas gastrónomicas y culturales. ¡Siempre hay algo nuevo!
Lo que no me gusta es que algunos restaurantes están sobrevalorados; que la curaduria de algunos eventos artísticos o galerías se basa a veces en la reputación de uno y no realmente en su conocimiento del arte; y no me gusta el tráfico, por eso ando en moto.
Pero definitivamente son más las cosas que me terminan gustando de mi ciudad, ¡la Ciudad de México es vibrante!
¿Cuáles son los lugares más fotografiables de la Ciudad de México?
Mi fotografía de alguna forma es muy simétrica, me gustan diversos edificios en el Centro, como el Palacio de Correos y la Plaza Tolsa.
Ma gusta mucho fotografiar el espacio escultórico de la UNAM, porque hay naturaleza pero también un enfoque creativo y colorido. Son muchos espacios creados por artistas mexicanos de talla internacional. Me gustan los lugares contrastantes, como Xochimilco.
Foto: Virro Borja