El arte nunca para y el Museo Nacional de San Carlos lo demuestra con una exposición de Francisco de Goya, uno de los artistas plásticos españoles más importantes de la historia del arte y cuya obra seguramente reconoces.
En cada uno de los cuadros de Goya se destaca el uso de luz o de sombra. En tu recorrido por la exposición verás tanto el Retrato de Doña Teresa de Vallabriga, con su abultado vestido rojo, como una reunión casual de los Estudiantes de la Academia Pestalozzi que no es tan diferente a una reunión estudiantil actual.
Goya tenía la capacidad de saltar entre el fácil y luminoso mundo aristócrata del siglo XIX y las desgracias de la guerra, la calle y la miseria de una España que lo perdía todo. Su influencia en el arte es fundamental para entender las vanguardias plásticas del siglo XX.
Esta exposición de Francisco de Goya está conformada por acervos de diferentes colecciones nacionales e internacionales con piezas del Museo Nacional del Prado, el Museo Hammer, el Museo Soumaya y Museo Franz Mayer. En total son 125 obras en las que se incluyen tres series completas de grabados Los caprichos, Los disparates y La tauromaquia.
La exposición se complementa con retratos de otros artistas como Mariano Salvador Maella y Eugenio Lucas Villamil de la realeza española y un retrato del propio Goya de un autor desconocido.
Esta muestra es una forma de, como dice la directora del Museo Nacional de San Carlos, Carmen Gaytán, redescubrir a Goya y sumergirse en su universo de claro-obscuros que de alguna manera aun logra retratarnos.