Las 25 mejores películas de 2015

Dir. Andrew Haigh. Reino Unido, 2015. Con Charlotte Rampling, Tom Courtenay y Doly Wells.
Geoff y Kate están a unos días de cumplir 45 años de mantrimonio. Han tenido una relación ejemplar y sin complicaciones, hasta que reciben la noticia de que en los Alpes suizos encontraron un cuerpo congelado, el del primer amor de Geoff.

Los documentales sobre música tienen el vicio de acomodarse en declaraciones de personajes más o menos ilustres y en una selección de material de archivo.

Alguna vez Marlon Brando dijo que la mayoría de la gente exitosa de Hollywood fracasa en su papel de seres humanos, pero ¿qué pasa cuando estas personas viven sus 15 minutos de fama? 

Boyhood es la película del año. Este proyecto, ambicioso, épico y realista, define al cine como partícipe del paso del tiempo y no como vehículo para atestiguar pequeños momentos. 

¿Qué pasa cuando mamá regresa a su casa después
 de una serie de cirugías plásticas? ¿Qué hay debajo 
de todo ese vendaje y aislamiento justificado por las prescripciones médicas? Lukas y Elias, un par de gemelos de nueve años, prefieren tener sus reservas al respecto.

El primer filme en inglés del director surcoreano Bong Joon-ho (Mother, 2009), basado en la novela gráfica francesa Le Transperceneige, narra la historia de los últimos sobrevivientes de la humanidad. 

Ahora causa pavor la propuesta del director David Robert Mitchell, quien en Está detrás de ti (It follows), crea un thriller a partir del enamoramiento, el sexo y la persecución. A diferencia de los filmes de horror setenteros, en la nueva creación de Mitchell las relaciones sexuales son consideradas como un método para salvarse de alguna maldición. 

La historia se desarrolla en el encono de una huelga universitaria temporalmente indefinida, aunque con claros referentes a la UNAM durante el último año del siglo pasado. 

Todo aquello que es terrible precisa de nuestro amor. Rainer María Rilker, Las elegías de Duino. Hagen y yo (Fehér isten, en su título original) arranca con una brillante secuencia que revela a un director pleno de recursos: en la puesta en escena, en la utilización de la luz y la textura, en el fuera de campo, en la dirección interpretativa. 

“¿Qué tienes en la cabeza?”. Parece que esta frase común en los regaños de las mamás inspiró al director y guionista Pete Docter (Up, 2009) a realizar su nueva película. Con cinco personajes, el cineasta hace una divertida, fantástica e imaginativa explicación del funcionamiento de la mente. 

Los medios y los fans han hablado demasiado respecto a la muerte de Kurt Cobain, por lo que este ícono del rock se ha hecho acreedor de historias, mitos y suposiciones. Las teorías desatinadas, irrelevantes, engrandecidas y fábulas engañosas sólo nos dejan en la misma cosmovisión del periodo en que falleció, el de una era sin Internet. 

“Somos todo lo bueno que permiten la carne y la sangre”, afirma uno de los personajes de Trabajos de amor en vano, de William Shakespeare. El artificio de lo visible y la complejidad de lo oculto en las relaciones interpersonales, como la seducción, el deseo y la traición, son elementos clave de sus relatos.

El director de animación japonesa Isao Takahata (Mis vecinos los Yamada,1999), bajo el cobijo de Studio Ghibli, regresa a la pantalla luego de 13 años de ausencia para mostrarnos un cuento popular de oriente, La princesa Kaguya.

Dir. Miroslav Slaboshpitsky. Ucrania, 2014. Con Grigoriy Fesenko, Yana Novikova y Rosa Babiy.
Serguéi es reclutada en un internado para sordo mudos y, tras pasar una serie de pruebas de iniciación, descubre la red de robos y prostitución que lidera el tipo más violento de la escuela. En su ópera prima, Slaboshpitsky aprovecha la ausencia de voz de sus personajes para explotar el lenguaje corporal.

“Eres la sal de la Tierra, pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya para nada sirve, sino para echarse fuera y ser pisoteada por los hombres”. De esta cita bíblica, Mateo 5:13, partió el documentalista Wim Wenders (Pina, 2011) para titular su más reciente filme.

Después de La habitación del hijo (2006) –un drama doloroso sobre la muerte repentina de un vástago–, el director Nanni Moretti se apodera nuevamente del tema del duelo y la pérdida familiar en Mia Madre (2015), una película intimista que relata la lenta agonía de Ada (Giulia Lazzarini), madre de una cineasta italiana de nombre Margherita (Margherita Buy), alter ego del director de Habemus Papam (2011). 

Algunos cineastas hacen remakes y continuaciones de sus viejas historias para saber si en algún golpe de suerte pueden revivir el éxito que tuvieron en su momento. Eso parece en la mayoría de los casos, pero no es así para George Miller y su Mad Max. 

El trabajo de Justin Kruzel hace justicia a la clásica tragedia de William Shakespeare, en la nueva versión cinematográfica de Macbeth. La prosa original de la obra es respetada por el director australiano, quien lleva el trabajo visual de su adaptación al mismo nivel de belleza que el texto publicado en 1623.

El director Ridley Scott hace una nueva expedición al universo, pero esta vez no para ponernos a reflexionar sobre el origen de la humanidad, como ocurrió en Alien (1979) y Prometeo (2012). En Misión rescate (The Martian) el cineasta explora el raciocinio y la cordura del hombre en momentos de supervivencia. 

¿Conocen a una ovejita más trabajadora que Shaun? Bajo el cobijo de la casa productora Aardman (Pollitos en fuga, 2000), este personaje ha estelarizado desde 2007 una programa en la CBBC –en México se transmitió por Canal 11- y ahora prepara su mejor lana para debutar en la pantalla grande. 

La lucha entre el lado oscuro y luminoso de la Fuerza nunca termina para beneficio de los fans de una de las sagas más taquilleras de Hollywood. Tres décadas después de los sucesos en el Episodio VI (El retorno del Jedi) viajamos a la velocidad de la luz para adentrarnos en una nueva aventura galáctica. 

De este lado del mundo, nos queda bien claro que tenemos la libertad de cantar cuando queramos, de jugar futbol con nuestros amigos, de vestirnos a nuestro gusto -incluso para atraer a otras personas- y de fumar cuando estamos al aire libre, aunque nos haga daño; pero ¿qué pasaría si alguien nos la quita? 

Desde Boogie Nights, el indomable Paul Thomas Anderson (There Will Be Blood, The Master) nos emociona con su manía enfocada en presentar personajes con personalidades extrañas e hipnóticas. Para seguir con la tradición, en esta ocasión nos toma por sorpresa con Inherent Vice. 

Sebastian Schipper (Mitte Ende August, 2009) factura un ejercicio de suspense en Victoria, una historia destinada a provocar en el espectador vértigo y angustia en crescendo, por medio de una atmósfera histérica que se acentúa en las curvas, ascensos lentos y descensos acelerados gracias a que la cinta fue filmada en un único plano secuencia de 140 minutos, sin trucos ni montaje. 

Unas baquetas que chorrean gotas de sudor y sangre. Esta es la imagen que mejor recoge la esencia de Whiplash. A diferencia de otras películas que giran alrededor de músicos, centradas en la epifanía y en las turbulencias de la actividad creativa, el segundo largometraje de Damien Chazelle no ve la música como un arte, sino como una actividad de disciplina férrea.