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[title]Pareciera que la serie de TV Narcos tiene una lucha contracorriente, como en su tiempo ocurrió con su protagonista: se critica el poco natural acento colombiano que tiene el brasileño Wagner Moura en su rol de Pablo Escobar; hay quienes ven en su selección de actores galanes una apología al narcotráfico y, por si fuera poco, Roberto Escobar pidió legalmente que le mostraran los nuevos capítulos para darles el visto bueno y no se desprestigiara a su hermano. Pero la producción de Netflix tiene las armas para afrontar las adversidades y este septiembre muestra su segunda temporada.
Con los 10 capítulos que tuvo su primera temporada, Narcos logró más adeptos que adversarios; no por el tema que desarrolla ni por el carisma de su elenco, sino por la forma en la que los creadores (Carlo Bernard, Paul Eckstein, Doug Miro y Chris Brancato) embonaron esos elementos y sumaron el trazo de una delgada línea que separa la ficción de la realidad.
La segunda temporada de Narcos llega con eso y mucho más. Mientras en la primera entrega vimos la construcción del imperio de Escobar y la forma en la que “negoció” su estancia en una cárcel particular, La Catedral; en la continuación se ve la suma de fuerzas de los enemigos de Pablo y el cartel de Medellín para llevarlos a la decadencia y a lo inevitable: la cárcel —para los afortunados—o la muerte.
Por los hechos reales que abordan los 10 nuevos episodios, estos resultan más emocionantes e intrigantes que la temporada anterior. Vemos las fallas de la policía colombiana, las negociaciones de la DEA, la formación de los PEPES (Perseguidos pro Pablo Escobar) y el fortalecimiento de otros grupos criminales, mientras Pablo cambia de escondite ante cualquier amenaza para él y su familia.
Si estas escenas resultan tan atractivas es por la forma que toman ante la cámara: planos secuencia que se rompen en cuanto inicia un momento crítico, tomas aéreas para mostrar las persecuciones callejeras y la infaltable dosis de imágenes de archivo.
Aunque no sólo por cuestiones técnicas es que Narcos aún nos atrapa. La evolución de sus caracteres centrales ante la presión, la aparición justificada de personajes secundarios que ofrecen interesantes vueltas de tuercas y la humanización de los roles en la que la virtud del “bueno” y del “malo” es muy endeble: “¿quiénes son los buenos? ¿Nosotros?”, dice Peña (Pedro Pascal) a Murphy (Boyd Holbrook).
La segunda temporada de Narcos cuenta con las direcciones de Josef Kubota Wladyka, Gerardo Naranjo, Batan Silva y Andrés Baiz.
Narcos Netflix. Segunda temporada: Vie 2.