1. Foto: Jordana Btp
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Hidden

Un proyecto de cenas y brunches pop-up en locaciones secretas en el DF

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Si quieres que tu cena romántica esté llena de emoción o que se salga de los tradicionales brunches del DF, te recomendamos esta opción secreta.

Por más que nos gustaría que fuera de otro modo, lo que hace único un momento es, justamente, que sea irrepetible. Bajo esta idea nació Hidden, un proyecto de cenas y brunches clandestinos en espacios secretos y con menús que nunca se repetirán.

El concepto de estas experiencias efímeras, llenas de sorpresas y nuevos amigos, nació hace dos años, en un picnic en el Nevado de Toluca en el que la francesa Sandie Hamon y el chef Gerardo Aguilar decidieron crear un proyecto para vivir la gastronomía de una manera diferente. Time Out México fue a dos de sus eventos.

El primero, Hidden No. 12, fue una gran cena ejecutada por Fabio Rafael Bernardini, sous chef de Pujol. ¿La locación? Una casa en obra negra en Polanco, en donde parecía imposible montar una cocina.

El festín empezó a las 8pm en punto al aire libre y con copas de champaña a las que nunca se les vio el fondo. Luego, la cena-maridaje de nueve platillos, en un salón con mesas largas rodeadas de pinturas de la artista Frida Harari Sitton.

Cada bocado que se deslizaba en el paladar era impresionante: flan de alcachofa maridado con vino espumoso rosado; tuétano sobre una galleta de arroz, con una cerveza pale ale; carne de res con calabaza rostizada y puré de semillas de girasol, con un vino tinto tempranillo... Podía repetir esa cena todos los días. Para sorpresa de todos, al terminar la degustación abrieron una barra de cocteles que convirtió la cena en una muy buena fiesta y que, a eso de las 5am, cuando me fui, seguía viva. Valió cada centavo.

Pero Hidden no sólo se caracteriza por sus cenas. Para probar las creaciones de su chef de fijo, Gerardo Aguilar, regresé a uno de sus brunches.

La locación fue revelada la noche anterior por mail. El espacio resultó ser un patio soleado con enredaderas y flores y pajaritos cantando: la galería Art Space México.

A las 2pm, después de un largo momento dedicado a conocer gente nueva, tomar champaña y ver la exposición de arte gay y queer de la galería, inició la comilona.

El menú jugaba con platillos y cocteles cuyo hilo conductor giraba en torno a lo rostizado, como un ponche de cítricos rostizados con ron, especias y jugo de arándano; kebab de cordero, robalo al pastor, y pollo con jitomate rostizado, pimienta gorda, naranja y romero. Todo era servido al centro para romper el hielo con tus futuros cuates (lo malo es que, a veces, la comida no estaba contada, por lo que había que volver a pedir para que todos pudieran probar).

Lo mejor fue el postre, una irresistible tarta de moras azules con chocolate, pimienta rosa y albahaca. Al final, la sorpresa fue el rock en vivo a cargo de Page Sounds.

El toque especial de estos eventos es la gente, normalmente amantes de la gastronomía que quizás no se conocerían de otro modo, y que terminan siendo amigos por el gran placer que es comer.

Cada comida es irrepetible. Jamás volverá a pasar y eso, en cierta forma, está muy bien. 

Hidden. 
hola@thehiddenkitchen.mx. $1,200. FB: HiddenMexico.

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