Los escritores y sus restaurantes favoritos

Además de su gusto por las letras, ¿qué tienen en común Chimal, Bef, Boullosa, Lavín y Alejandro Sandoval? Lo descubrimos: su gusto por encontrar en la ciudad un lugarcito culinario que los inspira a crear su obra

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La Rambla, un reducto digno de Bernardo Fernández, Bef
  • Qué hacer
Bef se define como un novelista gráfico y no gráfico. Tiene más de una veintena de obras publicadas, la más reciente, Uncle Bill, trata sobre William Burroughs en la Ciudad de México En La Rambla no hay mobiliario vintage, música indie o platillos de autor. Todo lo contrario. Es un pequeño local en la Condesa con muebles de madera rústicos, en el que suenan ritmos sudamericanos y se preparan platillos caseros de Uruguay."Es el último lugar auténtico de la zona", afirma Bef, autor de la novela Tiempo de alacranes y Bajo la máscara."Aunque está en la Condesa, se ubica lejos del epicentro de la payasada. La gente que viene aquí es porque trabaja o vive cerca. No es un lugar de pose ni de diseñador".La autenticidad hace de La Rambla el restaurante preferido del escritor de 42 años, quien en 2011 ganó el primer Premio de Novela Grijalbo por su obra Hielo negro. El sabor de su comida es único, su calidad es buena y los precios son decentes.Empanadas, quesos parrilleros, pastas, pizzas y vinos dominan el menú. "En la Rambla como mucho", advierte el también historietista. Tiene un listado de platillos preferidos: queso provolone uruguayo, chivito al pan, pizzas y ñoquis.El autor lo conoció hace 10 años, cuando recién se había casado con su esposa Rebeca Dávila. Entonces, cuenta Bef, el lugar estaba en la Narvarte. Dos años después lo cambiaron a la Condesa. "Los hemos seguido, porque todas las parejas tienen su restaurante y éste es el nuestro".La Rambla representa también el contac
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El Zeru que sorprende a Mónica Lavín
  • Qué hacer
Estudió Biología, pero decidió ser escritora. Ha publicado libros de divulgación científica, cuentos, novelas y crónicas gastronómicas. Actualmente escribe su primera novela defeña A la hora de elegir un lugar para comer, Mónica Lavín toma en cuenta un par de criterios: certeza y sorpresa. "Me gustan los lugares donde se combinan las dos cosas, porque trato siempre de no pedir lo mismo", dice. "Me encanta aventurarme, conocer nuevos platillos, pero con la seguridad de que voy a comer bien".Pocos lugares en la Ciudad de México logran mezclar a la perfección esos elementos. Zeru es uno de ellos, afirma la autora del libro Yo, la peor.Este restaurante de comida tradicional vasca en San Ángel permite experimentar a través de las sugerencias del chef. "Hay un pizarrón en el que publican la comida del día, la cual varía de acuerdo a lo que se le ocurre al chef y los ingredientes frescos del día", detalla. Es un juego de imaginación. Un reto al paladar.A pesar de su afán por descubrir, la escritora tiene platillos favoritos que no perdona: los mejillones, los pimientos rellenos de bacalao y las croquetas de jamón serrano. Estas últimas son sus preferidas. "Es difícil encontrar buenas croquetas, pero aquí quedan en su punto: se te derriten en la boca", describe la escritora de Despertar los apetitos.Para Lavín, los platillos españoles del Zeru representan una conexión con su pasado, con las comidas que sus papás organizaban cuando era niña, con sus viajes y con sus hijas cuando eran
La vista de Carmen Boullosa desde El Mayor
  • Restaurantes
Para no entrar en detalles sobre si es poeta o dramaturga, se dice escritora. Nació en 1954 en la Santa María la Ribera y a los 15 años comenzó a escribir versos. Su obra está integrada por más de 40 libros, en su mayoría de poesía y novela A Carmen Boullosa le parece un castigo comer platillos mexicanos fuera del país. Por eso, cada vez que regresa de Brooklyn a la Ciudad de México busca reencontrarse con la gastronomía nacional, con esas comidas que le recuerdan su infancia, juventud, formación y la relación con su abuela.El Mayor es uno de los lugares preferidos de la escritora para recobrar esa relación con el mole, el fideo y la flor de calabaza.Este restaurante se ubica en la terraza de la librería Porrúa, la cual tiene una de las mejores vistas de la ciudad."Uno se puede asomar literalmente al Templo Mayor, se alcanza a ver el Zócalo, es casi una escena de novela maravillosa", describe la poeta, quien se autodefine como cocinera de clóset.Boullosa llegó a El Mayor por curiosidad. El arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma le mostró esa área de la ciudad."Eduardo me llevó a comer atrás de la Catedral, aunque no fue exactamente a El Mayor", recuerda la escritora del libro Texas. "Íbamos con Álvaro Mutis y me di cuenta de que no conocía esta vista de la ciudad, lo que me hizo empezar a peinar los restaurantes de la zona".Con el objetivo de disfrutar la panorámica, Boullosa llegó a El Mayor. "Tiene una vista increíble y los platillos son ricos. Sin embargo, si fuera s
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Matisse, Testigo de las buenas noticias de Alejandro Sandoval
  • Qué hacer
El escritor y activista nos contó por qué Matisse es su restaurante favorito Desde distintas trincheras, Alejandro Sandoval es un activista cultural. Comenzó su carrera en poesía, posteriormente incursionó en la narrativa y la literatura infantil. Fue presidente de la Asociación de Escritores de México, diputado y director de Cultura del Gobierno del Distrito Federal de 1989 a 1991.La lengua de res, los huauzontles y la nieve que preparaba la abuela paterna de Alejandro Sandoval, en Aguascalientes, marcaron su gusto culinario desde la niñez."Mi abuela fue cocinera de un general, realmente sabía guisar muy bien", recuerda el escritor. En la Ciudad de México hay un restaurante que evoca al autor del libro La justa fatiga a su niñez: el Matisse de la Del Valle. Ese lugar -de paredes blanquiazules, grandes ventanales y con comida que es una mezcla entre europea y mexicana- genera en Sandoval un sentimiento único.A través de platillos como la pierna de ternera al horno, el queso panela con chiles toreados y los tacos de ternera, el escritor se reencuentra con la época de su vida que transcurría en territorio hidrocálido."Cada vez que puedo vengo a este restaurante. Soy feliz de hacer reuniones de trabajo o familiares", dice mientras degusta el goulash de ternera.En Matisse vivió uno de los momentos más especiales en su carrera como escritor."Hace años, alguien de la editorial donde publicaba me informó, mientras estábamos aquí, que recibiría un muy buen dinero de regalías por las
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