ANTES: Tarjeta de Metro y de Metrobús
No podremos negarlo, estas tarjetas vinieron a simplificar los trámites para poder movernos en transporte público, pero llegó un punto en que se volvieron una lata. Salías del Metro, te metías al Metrobús, había que sacar una de las dos tarjetas porque si guardabas ambas en la cartera, el chip de una impedía que el lector leyera la que necesitabas en ese momento. Otro extraño inconveniente era que las tarjetas de Metrobús desaparecían misteriosamente. Se los podemos asegurar: todos tuvimos que comprar más de dos. En fin, todos esos son first world pains por los que ya no tendremos que pasar.