René Lugo, la mente maestra detrás de este proyecto, decidió adoptar la honestidad como el único camino a seguir. Cada una de sus canciones es un reflejo de su personalidad soñadora y desenfadada. Con tan sólo ocho meses de vida, esta banda logró conectar con el público y ganar una popularidad considerable.
El tema central de su música es el amor, sentimiento evitado por rockeros; quizá por miedo al ridículo, o tal vez por temor a mostrar sus verdaderos pensamientos. René inició esta aventura para abandonar momentáneamente su lugar en el estudio, como productor, y tomar las riendas del escenario, en el que, por primera vez en su carrera, él es el centro de atención.
