Bear in Heaven

  • Crítica de Time Out
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Time Out dice

Jon Philpot es la voz, el productor, los sintetizadores y a veces el bajo del trío de talante futurista Bear in Heaven. Su voz de tenor, que de pronto sabe ‘beatlesca’, contrasta y otras veces se funde con los beats de fondo, compuestos por krautrock estilo Kraftwerk, synthpop con bocanadas ligeras de Pet Shop Boys, así como por rock, avant-garde y experimental. Philpot conversó con Time Out en un día caluroso, desde Brooklyn, a punto de encaminarse a un Lollapalooza con entradas agotadas y enseguida, su segunda visita a México, donde ahora Bear in Heaven protagoniza la marquesina.

La apuesta en vivo gravitará, principalmente, sobre I Love You, It’s Cool, su tercer LP lanzado este 2012: “Cuando hicimos nuestra primera visita a México (Indie-O Fest 2011), apenas teníamos preparado un show en vivo de 45 minutos. Ahora queremos y tenemos tiempo para tocar mucho más. No quiero adelantar tanto, pero sí te puedo decir que tocaremos mucho del nuevo disco, aunque también incluiremos canciones de los álbumes anteriores. Va a estar bueno.”

Sería muy interesante que de la tarima brotaran las notas acústicas del trompetista y el violinista que aparecen en los créditos del nuevo LP, pero Philpot explicó que “en realidad el show en vivo está pensado para hacerlo nosotros tres, y es un poco diferente de la grabación; tal vez un poco más eléctrico, aunque incluir más elementos acústicos en vivo, no sé, podría considerarlo en un futuro. Por lo pronto, también es más viable hacer un tour con menos personas”.

El proceso, la nueva placa

Bear in Heaven ya bosquejaba algunas ideas para un nuevo material y al finalizar el verano de 2011, el combo comenzó a registrar resonancias: La verdad es que pudimos tomarnos el lujo de encerrarnos en el estudio en Nueva York por cuatro meses grabando, explorando, con la cabina a nuestra disposición las 24 horas. Fue una de las mejores experiencias de mi vida”, relata Jon, a quien le gusta grabar las percusiones acústicas, y luego procesarlas, en lugar de depender puramente de la rítmica del sintetizador.

A principios de 2012, Bear in Heaven presentó I Love you, It’s Cool, transmitiéndolo desde su página con el audio 400,000% más lento, lo que generó cientos de horas de stream. Sobre esta forma poco usual de lanzar un álbum, Philpot asegura: “La idea de hacerlo así, es que queríamos generar un álbum de ambient, pero no teníamos tanto tiempo para realizarlo. Entonces, para economizar las cosas, pensamos que alentando la misma grabación, podíamos obtener esa atmósfera, y la gente podría sumergirse también en cada sonido…Un poco como escuchar un disco doble” (parte de ese streaming se encuentra en la versión de lujo).

Beast Rest Forth Mouth, su placa anterior, añadió un bloque numeroso de presentaciones en vivo a su andar, además de elogios en medios respetables como Pitchfork, publicación que le otorgó al álbum en 2010 la etiqueta Best New Music. Aunque ese historial inmediato implicaba, probablemente, plantearse cierta exigencia por superar expectativas externas, lo cierto es que Philpot dejó en claro que la banda aún privilegia el hecho de pasarla bien: “Al principio, cuando empezamos a escribir las canciones de I Love You, It’s Cool,  sí sentimos cierta presión de hacer algo que la crítica aclamara, como con nuestro álbum anterior, pero al final, llegamos a la conclusión de que teníamos que hacer música que, en principio, nos gustara a nosotros. Puedes tomar el camino de tratar de generar algo que sea susceptible de ser aclamado, buscarlo, pero en ese momento te quedarás corto”.

Jon y su universo

Philpot creció escuchando country, por su madre, luego Elvis Presley y rock'n roll. Ya con más edad, punk, rock y metal: “Empecé a hacer música hasta que estaba en la universidad, y en ese periodo escuché también cosas muy experimentales”.

Jon estudió comunicación y, mientras lo hacía, se sintió atraído hacia la música. Luego, antes de dedicarse de lleno a la creación sonora, trabajó como editor en un estudio de cine. Con ese bagaje de compilar, fragmentar y pegar, podría uno preguntarse si él usa alguna librería de resonancias, o de dónde es que saca sus ‘ruidos’: “Soy un tipo que ha comprado montones de sintetizadores: lo puedes ver en nuestro Facebook, estoy siempre rodeado de ellos. No grabo en exteriores, sino que me encierro por horas y empiezo a mezclar, combinar un poco de todo, hasta encontrar un sonido que me guste. No puedo negar que de pronto sí extraño meterme con el tema de la visualidad; probablemente necesite balancear esa otra parte con la música. Por lo pronto, estoy opinando en nuestros conciertos sobre temas de iluminación”.

Bear in Heaven suena a muchas músicas, a algunas tonadas pegajosas y experimentales. Valdría la pena juzgar, curiosear su apuesta en vivo.

Detalles

Dirección
Precio
$429
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