Ulises Hadjis
Foto: Cortesía Ulises Hadjis

Entrevista con Ulises Hadjis

El multifacético cantautor venezolano regresa al mundo de la música con su nuevo disco 'Pavimento'

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Como buen extranjero, al visitar el DF Ulises Hadjis se enamoró. Por eso gran parte de su nuevo trabajo discográfico fue grabado en la ciudad. Platicamos con él para conocer la historia detrás de su nuevo disco.

Cuéntame de tu nuevo disco.

Es mi tercer disco de estudio. Lo produjo Andrés Levin, quien ha trabajado con Cayetano Veloso, Marisa Monte, Fonseca, Ely Guerra y John Legend; también lo coprodujo Juan Manuel Torreblanca. Lo grabé, en su mayoría, aquí en México y compuse una parte en Maracaibo, Venezuela, y otra en España.

Hay muchas colaboraciones, en específico con Gepe y los cantautores colombianos Juan Pablo Vega y Esteman. Además, el arte y la portada son obra de Juan Pablo Garza, un reconocido artista plástico venezolano. Tuve mucha suerte.

¿Cuál fue tu inspiración para la mayoría de las canciones?
Aunque no es un disco político, habla de la sensación de derrota que tuvimos todos los venezolanos que nacimos en el siglo pasado y el hecho de que gran parte de mi generación tuvo que dejar el país.

Ahora en Venezuela es casi imposible tener una vida de bienestar, hay que tener contactos con el gobierno o vender dólares en el mercado negro. El darme cuenta de esto me dejó una sensación apocalíptica, que plasmé en el disco.

En una entrada de tu blog hablas de lo que significa para ti ser un loser, también en el disco tienes una canción titulada "Tan perdedor", ¿por qué tu interés en este tema?
A veces te sientes derrotado. En Venezuela yo entré a la universidad, estudié mucho, logré convertirme en profesor y mi sueldo, de ser de 1,000 dólares al mes pasó a 20 dólares por la hiperinflación. Es difícil tener 30 años y verte en una situación así. Me sentía raro, fuera de lugar, pensé que había hecho algo mal porque no tenía nada de dinero y que lo que hacía no le importaba a nadie. Aunque mi carrera musical iba en ascenso, eso no tenía mayor relevancia.

Llegó un momento que en Venezuela era primordial tener dólares, más importante que cualquier otra cosa en el mundo. Todo se volvió muy tenso, creo que el malestar y la decadencia del país se desbordaron e inundaron mi vida personal.

También el disco tiene una canción que se llama como tú, ¿es autobiográfica? 
Sí. Bandas como Los Fabulosos Cadillacs y Black Sabbath tienen canciones homónimas y son como su propio himno. Siempre hablaba con unos amigos de escribir una canción que se llamara como yo y cuando estaba el disco ya casi listo, salió esa canción.

Mi nombre se escribe de una manera pero se pronuncia diferente, y suena de una manera diferente a la que se lee; de niño eso siempre me hizo sentir raro, de alguna manera inconsciente me marcó.

Tu disco Cosas perdidas obtuvo varias nominaciones al Grammy Latino, ¿cuáles son tus expectativas con Pavimento?
Es raro, espero que las cosas vayan mejor, pero no tengo expectativas claras. Por supuesto que me gustaría ganar un Grammy o que en algún punto en mi carrera pueda llenar un lugar para 10 mil personas, pero no creo que esa deba ser mi meta. En todo caso sería hacer el arte que me gusta, que sea profundo y transparente, para así ganar más público.

El primer sencillo fue "Consecuencias y reclamos". ¿Por qué elegiste esta canción?
La compuse en Bogotá hace como un año con Juan Pablo Vega y con Esteman. A mi manager y a mi novia les gustaba mucho desde el demo. Los sencillos en mi carrera siempre han sido algo que mostrarle al público de buenas a primeras.

En el disco pasado el sencillo fue "Donde va"; en esa época tocaba solo con la guitarra y la gente pensaba que yo era un cantautor como Silvio Rodríguez. En este caso la gente me tiende a ver como alguien oscuro y serio, por eso quise empezar con una canción más ligera.

¿Qué es lo que más te gusta de componer?
Hago música por curiosidad. Lo que más me gusta es darme cuenta de cómo resultan las cosas. Hay un fotógrafo (del cual siempre olvido su nombre) al que le preguntaron por qué hacía foto y él respondió que por la curiosidad de cómo las cosas se verían fotografiadas. Lo mismo me pasa a mí, todas las canciones que están en el disco me sorprendieron.

Muchos de mis contemporáneos componen pensando en el otro, en qué le gustaría a la gente o qué funcionaría en vivo,  pero a la hora de la verdad, el otro para mí es un enigma y creo que yo no tengo mucho que aportar ahí.

Hay artistas, por ejemplo djs como David Guetta, que se sienten parte de la sociedad, salen, rumbean, ligan con las modelos. En mi caso no, yo nunca me he sentido parte del mundo. Hace poco vi un documental de Bob Dylan donde decían que él era el artista que entendía por completo a su generación. Yo no entiendo a mi generación y por eso no siento que pueda hacer arte colectivo, lo hago de una manera más personal.

Afortunadamente así he tenido más éxito (esa palabra se me hace rara). Supongo que esa es la diferencia entre el artista que busca conmocionar al público y el entertainer que busca complacer, yo no sé si lo logre. No tengo nada en contra del entretenimiento, pero en mi caso me siento más artista.

Hace poco le abriste a Torreblanca. ¿Qué es lo que buscas cuando estás sobre el escenario?
Varía. Los conciertos que son para abrirle a una banda se tratan de sobrevivir, de mantener el show a flote. Cuando son lugares chiquitos buscó mostrarme de una manera más frágil y honesta, y cuando es con banda intento hacerlo más completo, que se vean más facetas de mi obra.

En un show en vivo siempre debes estar dispuesto a correr riesgos. Yo valoro a los artistas que tratan y mantienen esa expectativa; prefiero los conciertos que están en la cuerda floja.

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