Kiesza
Foto: Time Out London

Entrevista con Kiesza

Platicamos con Kiesza, previo a su visita con motivo del festival Corona Capital

Escrito por
Oliver Keens
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Al momento en el que lees esta oración, Kiesza Rae Ellestad habrá aprendido tres habilidades para patear traseros. Tiene 26 años y oficialmente es la persona más proactiva del pop. Estuvo en la Marina canadiense (sobresalió como tiradora y descifrando códigos) y participó en un certamen de Miss Mundo. En su juventud tomó clases de ballet, fue salvavidas, practicó alpinismo y manejó un velero. En una ocasión viajó de Canadá a Hawai en su propio bote, con mástiles y todo.

Hablando con ella en el Hotel Shepherd’s Bush, me sentí como el hombre más holgazán de Londres. Pero no le envidio nada, porque su música es muy especial. Después de agregar una “z” a su nombre real, Kiesza salió de la nada con “Hideaway”, canción que fue remixeada hasta el cansancio. Fue escrita en un par de horas por la canadiense. Su increíble álbum debut Sound of a Woman amplía su gama sonora al incluir hip hop y baladas, así como unas muy bien balanceadas piezas bailables. Fue grabado en un par de semanas.

Ceder ante un largo plazo de tiempo puede parecer un castigo para el comportamiento normal de Kiesza. Ella grabó el icónico video de “Hideaway” en una sola toma y con una costilla rota. Es de huesos duros, como lo revela en nuestra charla.

¿Cómo una mujer de Calgary, que apenas conocía los noventas, termina escribiendo canciones como “Hideaway”?
Mi mamá escuchaba música house de Chicago cuando yo era niña, así que siempre tuve ese sonido conmigo. Es raro, la verdad no sé cómo mi mamá obtuvo esa música viniendo de una ciudad en las montañas de Canadá en la que sólo se escuchaba country. Creo que era un tipo de chica underground cuando era adolescente.

¿Qué te hizo mudarte a Londres?
Londres es en donde está toda la escena. Es donde lo underground es mainstream. Lo que suena en la radio es lo que en Estados Unidos es subterráneo. Ellos prueban afuera bandas como Disclosure o Clena Bandit, pero la radio impulsa, así que no corres muchos riesgos. Tener a la BBC significa que puedas lanzar al exterior comodines para ver cómo funcionan. Por eso los ingleses tienen tantos artistas nuevos triunfando fuera de Gran Bretaña. Vivir ahí fue algo agridulce. Mi música despegó tan rápido que no pude aprovechar al máximo el tiempo que pasé en Londres. No podía visitar ningún bar como una persona anónima.

Fuiste considerada para ser parte del campeonato de verano de Sink the Pink en 2014, pero ya no participaste, ¿qué pasó?
Eso sí que fue una tragedia. Estaba en Nueva York y había hecho tantas cosas que me desmayé. Cuando desperté no tenía voz. Ningún sonido salía de mi boca. Tenía que participar en un festival en Noruega al día siguiente, luego tocar en Wembley y después asistir a lo de Sink the Pink. Me llevaron a un doctor que inyectó una aguja gigante en mi trasero y me llenó de una gran cantidad de esteroides, sólo para darle una ayudadita a mi sistema inmunológico. Me permitió cantar, pero estaba muy mal. Mi tour manager tuvo que cancelar lo de Sink the Pink ese mismo día. Dijo: esto no está bien, no la estamos tratando como un ser humano.

Qué pena que no pudiste llevar ese zumbido con esteroides al evento. Los Vengaboys estuvieron ahí. 
Sí, justo iba a cantar con los Vengaboys, son mi placer culposo (se pone a cantar el coro de su éxito “Boom, Boom, Boom”). Conozco personas que creen que son la banda más cursi del mundo, pero de nuevo, mi mamá solía escucharlos.

En serio, ¿el sentir esa aguja gigante en tu trasero no fue una llamada de atención?
Definitivamente. Tengo demasiada energía, pero usaba tres de mis horas de sueño para correr, y luego gastaba demasiada energía en mi show. Pero los músculos sanan antes que las cuerdas vocales, así que debes darle tiempo a la voz para curarse. Es como hacer ejercicio intenso todos los días de la semana sin tomar un día libre. Nunca quise creer que tenía un límite, pero lo encontré.

Qué es más complicado, ¿ser una estrella de pop o estar en la marina?
Ser una estrella pop. En la marina el camino está puesto para ti. Tu trabajo es ser un soldado y encajar. Siempre y cuando se apegue a tu lugar es muy fácil.

Espera un minuto, ¿es cierto que te metieron a una cámara de gas?
Eso es cierto. Fue para que viéramos que tan importante era adaptarse a una máscara de gas con rapidez. Ellos usan un nivel muy bajo de gas lacrimógeno, da la sensación de que tu piel se derrite. Tus oídos corren y los ojos se sienten como si te los quemaran con lásers. 

¿Ser gaseada es todavía más sencillo que ser una estrella pop?
Sí, podría ser más fácil en términos de resistencia física. Pero nunca conocerás el camino que conduce a un cantante, y eso es realmente difícil.

¿Podrías realmente participar en una guerra? 
Lo dudo. Primero que nada, usar los simuladores de guerra me hizo darme cuenta de que no quería dispararle a ninguna persona. En segundo lugar, no quiero que me disparen. Si hubiera seguido adelante, probablemente me hubieran enviado a Afganistán, porque era muy buena tiradora. Algunas veces sólo te mandan sin decirte cuál es tu misión. No quiero eso, necesito saberlo todo. No puedes enviarme a algún lugar y decirme que le dispare a alguien. No lo haré, por eso soy un soldado necio.

Corona Capital. Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez. Viaducto Piedad s/n, Ciudad Deportiva. Metro Puebla. Sáb 21 de noviembre. $1,114 sencillo, $1,990 abono, $2,028 VIP.

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