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[title]Loli Molina es una artista argentina que produce canciones encantadoras, una letrista, guitarrista y cantante de timbres y registros fuera de lo ordinario que acaba de estrenar su tercer disco. Durante octubre Loli estará en México para presentar Rubí y con este pretexto charlamos con ella.
¿Cómo definirías en una idea concreta cada uno de tus tres discos?
Los senderos amarillos fue el primer paso, Sí o no fue un buen intento y Rubí es mi tesorito.
Los dos primeros los grabaste con una disquera transnacional y el tercero lo hiciste de forma independiente. ¿Cómo fue el proceso?
Hice un camino personal de autoconocimiento muy profundo, Rubí es un disco muy crudo y directo. Mi idea inicial fue hacer “el disco posible”, un material con mis amigos, con mis recursos y con mis capacidades.
¿Cómo lo financiaste?
El crowdfunding me parece una herramienta increíble, pero no estoy lista para usarla, así que tomé el adelanto de regalías que me dio la editora con la que tengo contrato, le sumé parte de mis ahorros y ajusté esa cantidad a la producción del disco. Lo grabamos y mezclamos en Buenos Aires, así que Rubí es una obra independiente 100% argentina.
Tu formación musical inició en la guitarra clásica, ¿cómo pasaste a escribir y cantar canciones pop tan llenas de luz?
Siempre me gustó escribir. De niña hacía cuentos y en la adolescencia poemas, después estudié música y por ahí de 2006 me di cuenta de que podía combinar tres de las cosas que más disfruto: escribir, cantar y tocar la guitarra.
¿Cuántas guitarras tienes?
Tres: una Taylor acústica muy linda, una Telecaster que amo y una guitarra hecha a mano por un lutier.
¿Quiénes son tus héroes de la guitarra?
Admiro a Gustavo Cerati y a Robert Johnson.
¿Algún lugar favorito en la Ciudad de México?
El Museo Nacional de Antropología, me emociona mucho toda la historia que está guardada ahí.
Loli Molina. Zinco Jazz Club. Motolonia 20, Centro. Metro Allende. Vie 23 de octubre 9pm. $250.