Kindness

Reseña: 'Otherness', de Kindness

R&B para los corazones (no tan) rotos

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¿Qué fue lo primero que pensaron cuando supieron que existe un músico llamado Kindness? A mí me vino a la mente una propuesta de ambient con elementos jazz, o el típico dreampop de temporada. Para Adam Brainbridge -el hombre detrás del proyecto-, Kindness no es sólo pop, sino una puerta abierta hacia un vasto mundo de posibilidades sonoras.

Con Otherness, Kindness dio un segundo paso en ese mundo, un paso más lento que probablemente no le guste a quienes fueron conquistados por los arreglos dance y la actitud desinhibida de World, You Need A Change Of Mind, pero que quizás atrape a nuevos escuchas más introspectivos y nostálgicos. La diferencia entre su nuevo álbum y su debut es tan palpable que no es necesario ponerse audífonos para notarla. Basta con escuchar los primeros acordes de "World Restart" para notar que estamos ante una nueva etapa en la carrera del artista británico.

Brainbridge es amiguito de Devonte Hynes (Blood Orange) y otros músicos de la misma escena que han estado en boga durante el último par de años. Así que el sonido de Otherness no es coincidencia. De hecho, Hynes tiene una participación protagónica en el tema "Why Don't You Love Me", y junto con la voz de Tawiah crea una píldora R&B que resbala suavemente por cualquier oído.

Otras colaboraciones destacadas son: la princesa del R&B underground Kelela y Ade en la juguetona pieza "World Restart"; el rapero Manifest en la mística "8th Wonder"; la duendecilla favorita del electropop Robyn en "Who Do You Love?"; y nuevamente la hipnótica voz de Kelela en "With You".

Sin embargo, el evidente giro en el estilo de Kindness no reside sólo en la música, sino también en la intención. En Otherness se puede sentir cierta vibra de pretensión, del tipo "escúchenme, soy un gran y polifacético músico", vibra que su debut no tenía. Lo cierto es que su nueva entrega es igual e incluso más disfrutable, gracias a sus toques de jazz, soul y R&B, que lo hacen perfecto para una tarde soleada que una noche de insomnio.

Otherness no es un disco perfecto. Padece de una curiosa ironía: a pesar de su detallada instrumentación, se siente vacío. Es un disco hecho para los corazones rebosantes y los rotos por igual. Así que todos se identificarán con sus canciones. ¿Acaso el pop no se trata de eso?

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