Foto: Time Out Los Ángeles

Top 25: canciones de sexo oral

Celebramos el arte del blowjob en la música pop con este singular playlist

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Es un lugar común. Tan conocido, que cualquier tonto puede escribir sobre los placeres que trae probar el... menú completo. Por eso armamos una lista con las canciones que fueron creadas para honrar, como se debe, los gustos (nada) culposos de todos. Así que no se hagan los santurrones y escuchen nuestro top 25. Estamos seguros de lo que lo van a disfrutar tanto, o más, que nosotros disfrutamos hacerlo. El playlist, claro.

El impresionante alardeo sexual del álbum de debut de Lil' Kim, Hard Core, quien demostró que las mujeres raperas podían ofrecer tanto como los hombres, e insistía en recibir igualmente. "I don't want dick tonight/Eat my pussy right" / "No quiero verga esta noche/Cómeme la pucha bien". En ese tono porno feminista, añadía un directo ultimátum: "You ain't lickin' this, you ain't stickin' this" / "Si no chupas esto, no metes eso".

A Weezy F. Baby nunca se le conoció por irse por las ramas, pero aquí él y Static Mayor lo hacen sutilmente: cuando a él "lo chupan como a una paleta" / "licked like a lollipop". Obviamente el dulce en cuestión es una metáfora de su pene. No es que sea John Donne, pero pocos los son.

"Una cosa que la gente nunca entendió es que la canción no va sobre el año 1969", dijo con voz rasposa Bryan en una entrevista online, "¡es sobre hacer el 69!", que diga, "hacer el amor". In-cre-í-ble.

Probablemente ni la abuela de Akinyele se sorprendió cuando el rapero consiguió que catalogaran con una X su hit de 1993 de su álbum debut, Vagina Diner. Y también empieza tan romántico... Si lo vuleves a escuchar, te sorprenderás que no tenía nada que ver con Lonely Island. 

Esa voz ahumada, velada... Esa discreta urgencia y seguridad. "Drive" no debe ser confundida con las canciones de Car o R.E.M. del mismo nombre. Esta es, tal vez, la oda sáfica más "sexy" que ha rozado el límite del mainstream. Las escuchas lesbianas no necesitarán explicación alguna; para el resto, esta rola puede ser el equivalente musical de cuando Gina Gershon conoció a Meg Tilly. Morirás de celos aunque, seguramente, vas a sudar de puro delirio.

Los hermanos Ween nunca han sido tímidos con respecto a ostentar su amor por Prince, pero rara vez han mostrado sus sentimientos más explícitamente que en esta épica entrega funk de 1990, cuyo título es la abreviatura de, sí, "Déjame lamer tu pucha" / "Let Me Lick Your Pussy". Tan directa como es, esta canción tiene un sex appeal afrodisiaco genuino: las interpretaciones de la rola en vivo, que pueden alargarse hasta 30 minutos más, suelen incluir un escenario lleno de devotas de Ween retorciéndose.

Los integrantes de este trio neoyorkino de r&b (Sisters with Voices) tuvieron sus pininos como un grupo de góspel, lo que probablemente necesita una larga explicación a la voluntad, determinación y honesto fervor que los llevó a lanzar en 1993 esta oda al cunilingus: "You gotta go downtown/That's the way to my love... Go downtown, taste the sweetness" / "Tienes que bajar /Ese es el camino a mi amor... Baja, prueba la dulzura". Chicos: echen un vistazo a las uñas de Cheryl "Coko", la vocalista principal, en el video oficial. Luego imagínenlas presionando sus hombros hacia abajo.

El G-Funk se fusiona con el punto G en esta rola predeciblemente vulgar del disco 100 Miles and Runnin. Después de que una mujer pregunta, "¿Qué es lo que quieres que haga?", Eazy-E & Co. invierte cinco minutos y medio en la explicación. 

En algún momento cercano al pico de su desliz con el mainstream (época de "Sledgehammer" e "In Your Eyes"), el alguna vez sumo sacerdote británico del art-rock interpretó una oda a las partes privadas tan románticamente que no te molestaría escucharla. Citando a Gabriel: He's gonna dive down in the deep end/He's gonna be just like your best friend/So what's one little kiss?" / "Él buceará hasta lo más profundo/ Él sera como tu mejor amigo/ Entonces, ¿qué es un besito?". Sin duda un resultado real estaba asegurado.

En este hitazo de 2001, los romeos del r&b reivindican su amor a los duraznos con crema: no pueden tener suficiente, son adictos, quieren probarlo en la mañana cuando se despierten... Una pista, no se refieren a esas latas almacenadas en la alacena.

Tal vez nunca ha existido un estilo de música electrónica tan obsesionada con el sexo como el ghettotech y, por supuesto, nadie más obsesionado con el cunnilingus que Danny Brown, quien recurre a los ritmos de su natal Detroit para justificar las ventajas sexuales de no tener dientes delanteros. 

Después de haber lanzado, como tiro al blanco, "Short Dick Man" en 1994, 20 Fingers lanzó una canción fundamental para la historia pervertida de la música: "Lick It". La canción cuenta con la colaboración de la desconocida Roula, quien no para de repetir, durante toda la canción, los requisitos que su amente perfecta debe cumplir: "You gotta lick it/Before we kick it/You gotta take that extra step/So we can kick it" / "Tienes que lamerlo/Antes de ponerle/Tienes que dar ese paso extra/Así que hay que ponerle". 

En el transcurso de tres minutos devastadores, el poeta del sexo y la tristeza reflexiona sobre una cita fugaz con Janis Joplin. Cohen llama la atención con un detalle de la canción: "giving me head on the unmade bed" / "dándome una mamada en la cama destendida", aunque mantiene su famosa elegancia: "That was called love/For the workers in song/Probably still is" / " Eso se llama amor/Para los trabajadores de la canción/ Probablemente así es".

El trovador de Nueva York hizo una especie de secuela de "Chelsea Hotel No. 2 ", preguntándose si es capaz de convencer a una chica de recrear los acontecimientos del clásico de Cohen. Nunca pudo, pero aprendió una valiosa lección: escribe la canción después de coger, para no salar el asunto.

Desde siempre, la chica material ha jugado con una dicotomía: la de una Madonna zorra que mezcla imágenes eróticas y religiosas. Pero nunca había sido tan sugerente como en el título de la canción de su disco de 1989. Su canción "reza": "I'm down on my knees, I wanna take you there" / "Estoy abajo, en mis rodillas, quiero llevarte ahí". A pesar del coro de iglesia que canta en el fondo, lo único que pasa por su cabeza es un cielo totalmente terrenal. 

Aunque la referencia de Lou al blowjob pueda parecer pálida comparada con la rudeza de las otras canciones de nuestra lista, su estreno fue más que controversial en 1972. La historia (travestis de La Fábrica de Warhol posan a través de la ciudad para trabajar como prostitutas) es un cuento neoyorkino por excelencia. Un vestigio de la historia de la Gran Manzana, si quieres verlo así.

¿Dijiste los Smiths? ¿Los melancólicos y nada sexies británicos escribieron una canción sobre los placeres del oral? Bueno, resulta que si hubieras sido joven inglés gay en los ochenta, hubieras sabido perfectamente que "reel around the fountain (dar vueltas alrededor de la fuente)" es sinónimo de felación. La fuente siendo, por supuesto, el pene. Suerte que lo explicamos, ¿no?

Sólo replicaremos esto: "You do or you don't or you will or wontcha/Go downtown and eat like a vulture / Lo haces o no o lo harás o no lo harás/ Ve allá abajo y come como un buitre".

"Listen to the girl/As she takes on half the world/Moving up and so alive/In her honey dripping beehive/Beehive/It's good, so good, it's so good/So good... / Escucha a la chica/Mientras se embarca con medio mundo/moviéndose tan viva/En su colmena goteando miel/Colmena/ Es tan bueno, tan bueno tan bueno/Tan bueno...)". Dulce, ¿no?

Básicamente todas las canciones de D'Angelo tienen una referencia al sexo oral, pero en lo que a promesas respecta, nos quedamos con: "Smack your ass, pull your hair. I'll even kiss you way down there" / "Nalguea tu culo, jala tu cabello. Incluso te besaré ahí abajo".

Esta canción muestra que nuestro sexperto favorito, en sus años mozos en Minneapolis, ya tenía una visión bastante peculiar sobre la monogamia, lo que significa que Prince no tuvo problema, por ejemplo, en secuestrar a una novia en su camino al altar para que le diera una mamada. Casual.

El ícono de la música de outsiders, Arthur Russell, fue algo así como un alma etérea, pero no era tan celestial como para no dejar que el sexo hiciera apariciones en su trabajo de repente. En esta versión ochentera con corte disco es bastante claro lo que Russell tenía en mente cuando la vocalista Melvina Woods pregunta: "¿Está en toda mi cara? / Is it all over my face?" y responde a sí misma que "Debe ser el baile del amor / Must be love dancing".

El gran hombre del soul, Marvin Sease, hizo del sexo oral algo mainstream en los ochenta con una canción de diez minutos que lo estableció todo: "Let me lick you up/Let me lick you down/Turn around baby/Let me lick you all around" / "Déjame chuparte para arriba/ Déjame chuparte para abajo/ Voltéate baby/ Déjame chuparte en todos lados". ¡Ay güero! 

Tan directo como nunca, Steve Tyler y compañía mezclaron una letra sin preocupaciones con un video igualmente elegante. 

Para los que la escucharon por primera vez, seguro se quedaron como, "¿es en serio lo que dijo?" Lo fue. Una fina canción de pop con un gancho pegajoso: la línea inolvidable "Lick it now, lick it good, lick that pussy like you know you should" / "Chúpa ahora, chupa bien, chupa esa pucha como sabes que deberías hacerlo". También fue una de las pocas en mencionar unas rayas en un contexto no narcótico.

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