Balsa sin remos

Vas con tus hijos y atraviesan una avenida, entonces ven a un niño que, cuando el semáforo cambia a rojo, se pone frente a los carros para hacer malabares y recibir a cambio algunas monedas por parte de los conductores. Llega entonces la pregunta siempre curiosa –y justificada– de los pequeños: “¿qué hace ese niño ahí?”, “¿por qué juega con fuego?”.

Esta temática tan delicada es la que se desarrolla en la obra de teatro para niños Balsa sin remos, un texto de Gabriela Ynclán que dirige Jorge Valdivia. En tan sólo 60 minutos nos cuentan la historia de Miguel, un chico de provincia que, abrumado por sus problemas familiares, hace un viaje a la ciudad para buscar a su hermana Maritoña.

La travesía del pequeño está acompañada por un perrito y otro amigo muy especial; sin embargo, la hermandad de esta triada no basta para que Miguel se afronte a los peligros de la ciudad y sea conducido, en una balsa, al mundo de los niños de la calle.

Pese a abordar un tema sensible, los diálogos permiten que los niños mayores de ocho años comprendan la situación sutilmente; a la par, los personajes –títeres creados por Alejandra Vega- contribuyen a mantener la atención de todo el público.