¿Recuerdas cuando en tu infancia posponías y posponías la hora de dormir? ¿Qué es lo que te hacía pasar tanto desvelo? Pueden ser muchos factores pero en el caso de Mateo, protagonista de la obra de teatro para niñosHay monstruos debajo de mi cama, lo hace porque cree que hay criaturas extrañas que lo esperan en el piso de su cuarto… ¿Te es familiar el argumento?
Con un escenario sencillo, que consta de un solo set –la habitación de Mateo–, el protagonista de seis años se presenta a sí mismo; habla de sus gustos, sus mejores amigos, sus anhelos y su familia, la cual está conformada por su mamá y su hermana. Es evidente su personalidad enérgica, pero también que hay algo que lo inquieta antes de dormir.
Conforme avanza el relato, vemos que Mateo echa a volar su imaginación durante las noches para no pensar en eso a lo que tanto le teme: los monstruos que están debajo de su cama. Poco a poco, el pequeño deberá aprender a aprovechar su personalidad para afrontar sus miedos y apoyarse de quienes lo rodean.
La mayor parte de Hay monstruos debajo de mi cama transcurre a modo de monólogo. Eso no es impedimento para que el actor que da vida a Mateo, Hugo Rocha, atrape a los más chiquitos del público y los haga partícipes de sus aventuras: “Háblale a tu mamá”, “Hay 17 monstruos debajo de tu cama” y “¡Grita!”, son algunas de las frases que gritan los niños para guiar al personaje central.
No hay muchos complementos sonoros o visuales en este montaje de Sharon Glamur, pero es suficiente el dinamismo de Rocha y la utilería para que los niños de entre tres y siete años disfruten de Hay monstruos debajo de mi cama.
