Solitario no se ha dejado ver desde hace tiempo. Su casa se encuentra silenciosa, a la orilla del pueblo. No quiere salir. Todo el pueblo le lleva a su puerta cosas que ama: una foto del viento, una canción que cantas en el coche, un rayo en un frasco. Solitario ignora todo eso.
Si tan solo Solitario estuviera en casa es una obra de teatro para niños que llega por una breve temporada al Teatro Benito Juárez. La pieza toca el tema de la soledad, ya que es una situación muy comun entre el público infantil. Pero no pienses que se aborda de una manera violenta o agresiva para los chicos, la narrativa tiene una riqueza verbal, humor y belleza con diálogos en tercera persona lo que provoca una relación directa con el público.
De esta forma, la obra vuelve cómplice a los espectadores de las acciones que ocurren en el escenario, las modificaciones del espacio ficticio y los cambios internos de los personajes, quienes muestran sus emociones a flor de piel. En el escenario los niños se convierten en héroes y a partir de canciones, juegos y recuerdos, resuelven sus conflictos.
Si tan sólo Solitario estuviera en casa es una pieza original de Finegan Kruckermeyer, dramaturgo de origen irlandés que ha escrito más de 80 obras de teatro y se ha interpretado en más de siete idiomas. En esta ocasión, la traducción y dirección están a cargo de Sandra Rosales; Mariana Moyers y Bruno Benítez forman parte del elenco.