Bretón Rosticeros (CERRADO)

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  • Condesa
  • precio 2 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
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Time Out dice

4 de 5 estrellas

Bretón rostiza, así de fácil. En teoría gastronómica, rostizar es un método de cocción a alta temperatura por medio de calor seco. En la práctica, se trata de un trabajo íntimo entre el fuego y el producto para obtener ese dorado perfecto que resguarda la carne suave, jugosa y rosada, que obliga a aventar los cubiertos por la borda y atacar el plato con las manos, reclamando así una convivencia primitiva con el alimento. Son las notas ahumadas y los colores ocres de las carnes las que embelesan los sentidos para devorar el pellejo del pollo y la grasa del cerdo… y Bretón lo sabe.

Su carta es una celebración al rostizado: porchetta al hinojo con lomo de puerco, pierna de guajolote con especias y puré de lentejas al curry, pollo orgánico con mantequilla y hierbas. Pero lo que separa a Bretón de los rosticeros paganos que pululan las esquinas es el taratur de ajo confitado, cremoso y listo para embarrar en el pan que te da la bienvenida y abre el apetito. También está la reconfortante y hogareña sopa de haba, aromatizada con aceite de trufa, y que, en cada cucharada, revela notas de betabel mezcladas con pequeños trozos de supremas de naranja. Entre las guarniciones a elegir hay frijoles de la casa, rostipapas o cuscús hidratado con el jugo de los rostizados y condimentado con ajo y hierbas.

El conjunto enmarca la labor del jefe rosticero Pablo López quien, con Alonso Ruvalcaba y Juan José Saez, predican desde su cocina sobre la alegría del verdadero rostizado. Su porchetta al hinojo sin duda bastará para convertirte: una loncha de panza de cerdo de corteza gruesa y bien crocante envuelve una porción rosada de lomo. Se acompaña de un jarrito –pequeño y modesto– que guarda los jugos de cocción, ya sea para bañar la carne o para tomar a sorbos. La sazón de la piel del cerdo está al punto y el hinojo le da un toque aromático y fresco.

Por otro lado, sus pollos son orgánicos y provienen de la empresa Aires de Campo. El pollo se prepara dos versiones, uno con hierbas y el otro con un adobo chiloso, pero que también tiene notas orientales, canela y  vainilla. 

Tampoco tienen empacho en echar al fuego el postre. El crumble de pera rostizada, servido con helado de cardamomo y crumb de pepita verde, tiene una ligera nota salada que complementa muy bien lo ahumando de la pera y lo dulce del helado. El apartado líquido se compone por cerveza –algunas etiquetas artesanales– y vino, ya sea por copa, botella o descorche. Y como el sabor a pollo rostizado es, para muchos, un sabor nostálgico, los refrescos en Bretón no podían quedarse atrás: la selección va de Lulú a Boing, Barrilito y Pascual.

Hablar de detalles mundanos como la decoración podría estar de más. Basta decir que es íntima y emula el estilo de Brooklyn, muy ad hoc para recibir a los feligreses del rostizado y gozar en las mesas de Bretón.

¿Quieres conocer un poco más de los maestros rosticeros detrás de Bretón, quienes fueron los primeros en traer este concepto a nuestra ciudad? No te pierdas la entrevista que les hicimos. 

Escrito por Natalia de la Rosa

Detalles

Dirección
Zamora 33
Condesa
México, DF
06140
Transporte
Metro Chapultepec
Precio
Consumo promedio por persona $300
Horas de apertura
Mar-sáb 1:30-11pm, dom 1:30-6pm
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