Moby Dick ha sabido llevar un servicio muy vasto en cuanto a comida, entretenimiento e instalaciones. El antojo por mariscos se puede saciar en desayuno, comida o cena, mientras que las noches del fin de semana se antojan para aprovechar la sección de coctelería o del beer bar.
Los fish bowls que se sirven en peceras no incluyen al pescadito nadando, pero sí cocteles frescos para comenzar el precopeo, como un mojito de fresa, un caipirinha de ron y limón o un fresco, a base de vodka de pera, kiwi y pepino. Si quieres probar lo mejor de ambos mundos te recomendamos el margarita moby dick con coronita, sabor mango con chamoy y una cerveza volteada, una bebida que tanto en sabor como en presentación te van arrastrando al ambiente costero.
El menú ofrece opciones tradicionales en cuanto a receta y ganadoras en la sazón. Puedes probar las tostadas de marlín pibil, cuatro piezas pequeñas presentadas con marlín troceado y con una salsa pibil ligeramente adobada y picosa pero muy bien acompañada del sabor latente del pescado con cebolla morada. El aguachile moby dick se toma muy en serio el papel de los chiles secos ya que se percibe el intenso picor de éstos, pero se nivelan con los camarones marinados en limón y pepino para obtener una mezcla de sabores marinos intrépidos.
Los mobys son medias noches rellenas de camarón con queso, a ellos no se les niega la entrada al estómago. Los camarones pacotilla tienen un ligero toque ahumado y el queso manchego derretido justifica el porqué este es un platillo para terminarse en una sentada. Y por si la pequeña ballena moby no termina de sorprender, espera a probar su lado dulce con el moby frozen lemon pie, que llega en una coqueta presentación enfrascada con un interior de capas de galletas trozadas y una espesa crema de pay de limón que satisface mucho más que una sola rebanada.
Las promociones van desde nueve shots por $280, hasta una botella gratis en mesas con más de cinco chicas. También encuentras desayunos por $45 y de vez en cuando tienen 2X1 en las tostadas.
Para diversión nocturna puedes ingresar a un salón especial con música electrónica en vivo de djs invitados, que se acompañan bien con un poco de baile y bebidas. La iluminación azul profundo te hace sentir en un acuario. Sin duda, Moby Dick Fish Club supo experimentar con lo mejor de dos mundos: un ambiente más sereno por las tardes y un golpe de adrenalina cuando cae la noche.