Es uno de los pocos restaurantes de la zona de Interlomas que no son franquicia y siempre tiene gente en las mesitas de afuera. Ahí es donde se instala un grupo de jazz los miércoles y sábados a partir de las 10 pm. La banda no es excepcional pero se defienden bien al interpretar temas muy conocidos en inglés que levantan el ambiente sin tener que subir la voz para platicar. Ahora, vamos a lo que nos atañe: la comida. Manuel Flores, uno de sus socios, sin ser chef pero sí un experto en dirigir restaurantes y asiduo a la buena comida, se dio la tarea de experimentar con los sabores y así crear un menú con mucha personalidad, que sigue la línea tradicional japonesa, pero con un toque picosito y que no recurre a los platillos obvios de las cartas de sushi.
Aquí puedes hacer un salto de confianza y probar su menú de degustación sorpresa, creado para compartir y probar las texturas, contrastes y sabores más representativos de 160 opciones que se preparan al momento. Los meseros pueden aclararte cualquier duda pues saben la carta de memoria además de cada ingrediente. Antes de comenzar a servir te preguntarán cuánto picante toleras o si comes pescado crudo. Para tomar, ordena un “Fujiyama Passion” una mezcla muy fresca de vodka de pera con limón, albahaca y jarabe de agave, si quieres después prueba las bebidas “moleculares” o los martinis al dos por uno los jueves por la noche. Pide que los calamares tempurizados estén espolvoreados con chile en polvo, los traerán con una salsita acidita coreana; el último pedazo será muy cotizado. Lo más seguro es que ni te acuerdes de pedir la típica salsa de soya y no sucederá con ningún platillo; son distintas cada vez y dan ganas de llevarte un surtido a casa. Después llega el sashimi de salmón sellado y acompañado de rebanaditas de uva junto con vinagreta de cilantro. Cada mordida debe llevar una porción de fruta para causar su efecto. El toque mexicano que hace varios guiños en la carta, aparece en un arroz frito con infusión de chile y con un saborcito que algunas veces te hace aspirar aire para luego volver a servirte. Llega el obligado rollo de sushi con el nombre de “Dragón” y se siente cómo cruje el espárrago tempurizado en salsa de mayonesa. Para el postre, pide de golpe el helado de dulce de leche artesanal, hay otras recetas muy tentadoras, pero ésta te hará suspirar mientras lanzas el cuello hacia atrás.