Quesería de mí

En este local de la Condesa es invierno todo el año. Desde el menú hasta la decoración se antoja hogareño e ideal para cuando hace frío; si no, con un fresco clericot nivelas tu temperatura. El aroma a café, a queso y a especias predomina, sabes que vas a comer algo caliente y reconfortante.

El queso es el personaje principal de la carta, puedes comenzar por una tabla de quesos, adecuada a la cantidad de personas que te acompañan. Para compartir, te recomendamos el fondue, muy tradicional y con una receta suiza en la que el vino blanco acentúa el sabor. Si quieres pensar sólo en ti, pide la sopa de jitomate, es muy caliente y espesa, como las recetas rústicas de las abuelas, y aquí la sazonan con un pesto italiano y queso de cabra fresco, un platillo que satisface y te prepara para lo que sigue.

El plato fuerte que te recomiendan es el Philly Steak, y no es en vano; te sirven una baguette artesanal rellena de puntas de filete gratinadas con queso cheddar y acompañada de unos gajos de papas, con esta opción le dirás adiós al hambre y al antojo.

De la oferta de pastas, nosotros te recomendamos el Mac and Cheese. Sin duda es uno de los platillos que aseguran el regreso de cualquier comensal. Te lo sirven en un plato hondo y llega a la mesa humeando, con nuez moscada espolvoreada por encima. La pasta aún está al dente y la mezcla de quesos lo vuelve adictivo, no podrás parar de comerlo después del primer bocado.

Para beber te ofrecen agua del día, pero cuando los visitamos no corrimos con suerte, puesto que la que probamos estaba insípida. Mejor nos fuimos a la segura con un clericot con frutos rojos, la mejor opción cuando comes tanto queso. Checa sus cervezas artesanales y los vinos, porque seguro también querrás uno.

Para el postre, te recomendamos el pastel de zanahoria; el bizcocho es dulce y húmedo, con queso crema endulzado untado por encima, para el último hueco en el estómago.