Naces. Creces. Te gradúas de la universidad. Odias ser grande. Mueres.
A primera vista, Avenida Q puede parecer una mongólica obra infantil de títeres. Más allá de su satírica superficie, la puesta en escena le habla a quienes están o han pasado por las fauces de la crisis post-universitaria.
El musical cuenta la historia de Princeton (José Carlos Leyva), un joven títere recién graduado de la universidad, listo para entrar al mundo laboral. El tiempo no tarda en darle el cubetazo de realidad: contrario a lo que sus papás y los programas de televisión le enseñaron, su diploma no sirve ni para que lo contraten.
En búsqueda de un departamento y menesteroso de billetes, Princeton termina viviendo en avenida Q, una calle abundante de personajes exóticos y fracasados. Algunos de sus vecinos: Kate Monster, maestra de kínder; Rod, un obsesivo banquero; Nochebuena, una terapeuta sin clientes; Trekkie Monster, adicto al porno; y el superintendente, Imanol, antes estrella infantil.
Junto con ellos, Princeton pasa por las ansiedades y problemas de tener que “ser grande” en un viaje que satiriza las lecciones de Plaza Sésamo con las de la vida real. Las opciones son limitadas, los sueños parecen inalcanzables y la creencia de que alguien recién graduado sepa cuál es su propósito en la vida parece ridícula para los fallidos personajes. Como esta brumosa etapa amerita, a estas tribulaciones se le añaden malas decisiones y decepciones amorosas. Si alguna vez te sentiste perdido en tus veintes, estas criaturas peludas te comprenden.
Lo peculiar de la obra es que tres humanos y 11 títeres conviven como si nada, sin alguna justificación. Los títeres son animados por actores que no se esconden y quienes logran la impresionante hazaña de que el público los olvide y se enfoquen en los puppets.
Avenida Q se estrenó hace 10 años en Nueva York y en su historia ha ganado el Tony al mejor musical, mejor guión y mejor banda sonora original. Pero aún más allá de sus condecoraciones, esta es una obra que vale la pena ver por su talento.
Si algo sorprende de la puesta en escena mexicana es la edad del cast y su historia. Un grupo con un promedio de edad de 25 años, casi todos en su debut. La palabra impresionante se queda corta para la actuación de Melissa Hallivis, quien interpreta a dos antagonistas: Kate Monster, con una dulce e inocente voz perfectamente ejecutada, y a Lucy La Zorra, desparpajada y sensual. La credibilidad perdura incluso cuando los personajes hablan entre ellos; la sincronía con los puppets nunca se pierde.
Melissa, junto con el productor Virgilio Solorio y el director Bruno Carrera, (quien en ocasiones interpreta a Nikki y a Trekkie Monster), fundaron una nueva productora para montar la obra, bajo el nombre de Producciones Qool.
Escrito por Jeff Whitty y compuesto por Robert Lopez y Jeff Marx, Avenida Q no sólo es un musical decente que se ha presentado en más de 10 países en el mundo, sino que esta versión mexicana es la mejor oportunidad en la ciudad para conocer talento joven.