En 1982, los Premios Tony –el máximo galardón de teatro estadounidense en teatro– nominó como mejor obra a Crímenes del corazón (aunque le ganó La vida y las aventuras de Nicholas Nickleby, escrita por Charles Dickens).
Aunque se le fue ese premio, la obra ya había ganado el Pulitzer de teatro un año antes (1981). Crímenes del corazón cuenta la historia de tres hermanas que se reencuentran en la casa del abuelo luego de que una le dispara a su esposo. Allí se desatan los viejos rencores y las añoranzas.
La historia es contada con una carga de comicidad y tragedia, una de las peculiaridades de su dramaturga Beth Henley. Si te suena el nombre de la obra es porque hubo una película con Diane Keaton, bastante malona, por cierto.