Está siempre allí, junto a ti. Vela tu sueño, juega contigo, te aconseja, te acompaña, especialmente cuando estás solo, cuando por alguna razón te has quedado sin la presencia física de un ser amado. Sin tu papá, por ejemplo. Pero, ¿a quién nos referimos? A Nadie.
Sí, es Nadie quien está contigo y hace que el llanto y la tristeza se transformen en risas y esperanza. No importa si eres un niño, como Malaquías –el protagonista de esta historia–, o si ya dices ser todo un adulto, como la doctora Luz, su psicóloga. Gracias a la dramaturgia de Antonio Malpica y a la puesta en escena de Oswaldo Valdovinos, sabes que Nadie existe y que, además, quiere ser tu amigo.
La compañía de teatro de títeres Astillero Teatro lleva al escenario, en una segunda temporada, un texto delicado y entrañable al que los miembros de esta agrupación pueblan de vida y amor para hablarle a los pequeños –y de paso a los grandes– sobre la pérdida, el duelo, la soledad, el conflicto con los padres y, por supuesto, la amistad.
Sobre un largo y moderno teatrino, apoyados por una discreta iluminación, los actores y titiriteros María Teresa Adalid, Zohar Salgado, Itzel Casas y el propio Valdovinos nos conducen por un universo íntimo en el que los objetos cotidianos cobran vida para diversión de los niños y profunda reflexión de los adultos, quienes recordamos que no estamos solos, en el silencio y en la penumbra, Nadie quiere acompañarnos.