La bohéme, compuesta por Giacomo Puccini a finales del siglo XIX, es una de las creaciones artísticas más célebres e importantes hasta nuestros días. A finales del siglo XX, cuando todos pensaban que el teatro musical ya había dado todo, el joven compositor Jonathan Larson tomó como referencia la ópera y la convirtió en una obra que desde su estreno resultó un fenómeno que fungió como estandarte de la generación de noventa.
Cuando en 1999 se estrenó en nuestro país, Rent ya era una leyenda, debido a las temáticas que abordaba, como el multiculturalismo, la homofobia, las adicciones y el SIDA en el Nueva York de final de milenio –y en todas las grandes ciudades–. Además, se sabía que esta fue la obra maestra de un malogrado artista que no pudo ver el éxito de su propuesta, pues murió días antes del estreno en Broadway.
Como parte de la celebración de su vigésimo aniversario, el musical vuelve a escenarios mexicanos, ahora con una producción de mediano formato que busca privilegiar la intimidad entre los actores y el público, dando a conocer a una nueva generación una obra que, como buen clásico, sigue vigente tanto en la frescura de su música y letras, como en la acidez de sus personajes y conflictos. Carlos Martínez Vidaurri y Daniel Delgado encabezan esta nueva producción.
La apuesta en esta ocasión es destacar los claroscuros que marcó Larson. Para ello, la dirección recae en Diego del Río, uno de los creadores jóvenes más experimentados y constantes. Aunque se enfrenta a su primer musical profesional, hay muchas ventajas de que él lo dirija: es uno de sus musicales predilectos y mejor conocidos -¡lo dirigió en la preparatoria!–. Además, Del Río trabajará nuevamente con intérpretes a los que ya ha dirigido.
Kike Jiménez, Rodolfo Zarco, Daiana Liparoti, Paloma Cordero, Gimena Gómez, Iker Madrid, Luis Carlos Villarreal y José Sampedro están en los personajes principales. A su lado, un ensamble compuesto por hombres y mujeres que, al igual que ellos, tienen una importante trayectoria dentro del teatro musical. Sin embargo, hay un punto que, tal vez a diferencia de otros proyectos, pone a todos en comunión: el genuino gusto por la obra, por escuchar el disco con las voces de la obra original, o las diversas versiones que han surgido alrededor del mundo durante 20 años.
El equipo encabezado por Del Río –y apoyado por la escenografía de Jorge Ballina, la iluminación de Matías Gorlero, la coreografía de Jacobo Toledo y la supervisión musical de José Skertchly– sube al escenario con pleno conocimiento de causa: partícipes de esta nueva versión, pero sobre todo, son parte de esa legión de fanáticos que, hasta hoy, sigue validando a Rent como un fenómeno del teatro y de la música. A la vida bohemia le quedan muchas noches todavía.