La directora Lorena Maza cita al pintor Mark Rothko: “Después del rojo está el negro”. Este montaje retoma la búsqueda de los más oscuros pensamientos que regían al máximo representante del expresionismo abstracto.
Rojo es obra del dramaturgo estadounidense John Logan que, luego de estrenarse con éxito en Nueva York y en Londres, llegó a México en 2011 bajo la dirección de Maza y la actuación de Víctor Trujillo y Alfonso Dosal.
Tras una temporada de dos años, primero en el Teatro Helénico y luego en el Rafael Solana, la obra regresa al DF. “Cuando te llaman para montar algo que ya hiciste, te encuentras con el reto de preguntarte qué es lo que ahora, con el tiempo, puedes transmitir. Lorena tiene la sensibilidad para percibirlo y exigir que, si creció la persona, el personaje también lo haga”, asegura Víctor.
En el texto de Logan, situado al final de los cincuenta, Rothko es ya una figura consolidada del arte internacional. Su grandeza y su soberbia le permiten desdeñar a las nuevas generaciones de pintores, como a Ken (Alfonso Dosal), a quien contrata para asistirlo en los murales del Four Seasons de Nueva York.
Conocido por su trabajo como comediante y presentador de televisión, Víctor es, ante todo, un actor. Asegura encontrarse en una etapa de su vida profesional que lo lleva a tocar fondo desde la piel del egocéntrico y controvertido artista lituano.