1. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  2. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  3. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  4. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  5. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  6. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  7. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  8. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  9. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal

Sueño de una noche de verano

Nos colamos al ensayo de los bailarines Elisa Ramos y Argenis Montalvo para platicar con ellos sobre la próxima pieza coreográfica de la Compañía Nacional de Danza

Publicidad

Por la puerta entreabierta se distinguen las siluetas de Elisa Ramos y Argenis Montalvo, bailarines de la Compañía Nacional de Danza (CND). Cada uno de sus movimientos se delata en los espejos que cubren el salón.

Los intérpretes se preparan para el estreno mundial de Sueño de una noche de verano, una coreografía de James Kelly creada ex profeso para la celebración por los 80 años del Palacio de Bellas Artes.

Basada en la comedia de William Shakespeare y con música del compositor alemán Felix Mendelssohn, en este ballet se exploran los enredos amorosos entre seres reales y fantásticos.

Elisa interpreta a Hermia, una joven enamorada de Lisandro, quien por error es hechizado y se encapricha con su mejor amiga Elena. Mientras que Argenis encarna a uno de los solistas que molestan al tejedor Nick Bottom, un hombre con cabeza de burro.

Su responsabilidad en el escenario es enorme. Si se tropiezan o trastabillan, la ilusión creada por la pieza de ballet se rompería.

“De una temporada a otra maduras como bailarín e intérprete. Si la primera vez tuviste un poco abajo la pierna, te esfuerzas más y te concentras en los detalles”, añade Elisa, quien también fue la protagonista en La Cenicienta, con la coreografía de Ben Stevenson.

No sólo se trata de la técnica y la exactitud de los pasos, el mayor reto de la danza clásica está en la interpretación y las emociones que transmiten.

Por ello, practican durante ocho horas diarias de lunes a viernes, (obvio sin llegar al extremo de Natalie Portman en Black Swan).

“Hay posturas y movimientos muy incómodos. El reto es que se vean como algo fácil (aunque no lo sea), para que después de la función los espectadores quieran estudiar ballet”, comenta Elisa.

Con apenas un año en la CND, Argenis ascendió a la categoría de solista. “A veces soy un poco obsesivo y practico solo para llegar mejor preparado a las funciones”.

Además de las hadas y los duendes de esta historia, los movimientos de su cuerpo te trasladan a una especie de ensoñación.

Sueño de una noche de verano. Palacio de Bellas Artes. Mar y jue 8:30pm, sáb 7pm, dom 5pm. $150-$500. Del 21 al 28 de septiembre.

Recomendado
    También te puede gustar
    También te puede gustar
    Publicidad