La caprichosa historia de la dama y el farolito

Un vagabundo y una chica se encuentran, inesperadamente, en un parque. Sin conocerse, coinciden y en ese encuentro que necesita de pocas palabras, nace el amor entre ellos. Antes de partir a sus rutinas deciden verse de nuevo, pero una serie de eventos hace difícil el reencuentro.

La caprichosa historia de la dama y el farolito ocurre en un parque. La locación fue inspirada por lugares como La Ciudadela y el jardín aledaño al Panteón de San Fernando. Así es el escenario donde el vagabundo, interpretado por Julio César Ortega; y la dama, interpretada por Jocelyn Castañeda, se conocen. Los actores se valen del lenguaje corporal para transmitir sentimientos como alegría, tristeza y desesperación. La atmósfera de la obra es acompañada por la música en vivo de David Alejandro García y Alejandro Quintero, quienes también añaden efectos incidentales de sonido.

Bajo la dirección de Nohemí Espinosa y con la idea original de los actores Julio y Jocelyn; la compañía Clownoscopio incorpora elementos de la técnica de clown en este montaje. Las actuaciones de los protagonistas se distinguen por gesticulaciones y movimientos corporales, es por ello que los niños pueden entender muy bien las acciones de los personajes.

Uno de los puntos más destacables sobre esta obra es que tiene un humor muy particular, por ello es ideal para cultivar el amor al teatro en los pequeños. Según su directora, lo que se pretende con la historia es mostrar una perspectiva diferente del amor, alejada de los estereotipos que dictan los medios de comunicación y la publicidad. Es por ello que la conclusión de la obra es sorpresiva y rompe con los esquemas del típico final feliz.