Miguel y Sofía son dos chicos de segundo de secundaria a los que poco les preocupan los exámenes y la entrega de trabajos finales. Su mente es ocupada por otro tipo de problemas: el abuso escolar.
El dramaturgo Humberto Pérez Mortera es el creador de esta historia que aborda esa conflictiva etapa que va de la infancia a la adolescencia, y todo lo que conlleva para los niños el hecho de crecer, buscar una identidad y ser aceptados por sus compañeros.
Bajo la dirección de Hugo Arrevillaga, en la puesta en escena se busca hacer énfasis en lo importante que es llevar una buena comunicación entre padres e hijos. También se destacan valores como la amistad, el compañerismo y la búsqueda de independencia.
Son cuatro actores en escena los que interpretan a los casi 30 personajes que existen en la obra, tales como Sofía, Miguel, los compañeros de clases, Miss Cony y los padres. El diseño de escenografía corre a cargo de Auda Caraza y Atenea Chávez.