Dos representates coreanos, Jung Kwang Sik y Lee Gil-Rae, forman parte de esta exposición. Andrea Walther, directora de galería Ethra, comentó que la idea de invitarlos surgió gracias a un artista coreano llamado Lee Jaehyo, con quien había trabajado el año pasado.
Gracias al éxito obtenido con su muestra, los directores de la galería, Rodrigo Borrás y Andrea Walther, decidieron invitar a dos nuevos artistas que tuvieran cierta relación con Lee Jaehyo.
La primera parte de la expo, hecha por Lee Gil-Rae, crea un contexto natural con materiales industriales. Se trata de ocho piezas, de entre ellas una monumental, hechas con cobre al que dan un efecto orgánico simulando troncos de pino (que incluso algunos visitantes llegan a percibir como figuras humanas).
Para la exhibición, la curadora Ana Cristina Ortego jugó con la iluminación para que se pudieran ver las sombras que le dan un impacto extra a las piezas.
“El trabajo de Jung Kwang Sik muestra la inmensidad de lo sublime de la naturaleza, que de repente te invade y te hace darte cuenta de lo frágil que eres como ser humano", comenta Ana Cristina.
Su obra consiste en dos partes: por un lado, están los acantilados de color esmeralda y cobre, en los que coloca unas pequeñas casas para dotar de grandeza a los elementos naturales; por otro lado, el artista exhibe cuatro paneles de vistas aéreas hacia diferentes poblados, con lo que el artista busca transmitir la idea de magnitud de la naturaleza.