A partir de la relación entre espacio público, intemperie y conversación, Verónica Gerber Bicecci creó Los hablantes, una serie de stickers de gran formato pintados a mano con grafito y pintura vinílica.
"De alguna manera aluden al sticker art y la forma en que estas manifestaciones artísticas dialogan con los habitantes de las ciudades a través de los muros y espacios públicos”, explica la artista.
Mediante el uso de dos colores (blanco y negro) y de las nubes de diálogo de los cómics y los diagramas de Venn utilizados en la teoría de conjuntos, Gerber representa las posibilidades de inclusión, disyunción e intersección en un diálogo entre desconocidos de los que quedan sólo los pronombres personales.
“Blanco y negro son, de alguna manera, ausencia y presencia de habla: lo que se dice y lo que no se dice, el ruido y el silencio”, comenta sobre la intervención realizada en las dos terrazas principales y un patio interior del museo.
Gerber suele definirse como una artista visual que escribe y su trabajo oscila entre esos campos. La ilegibilidad es una de las constantes que tematiza en su obra: “Hay momentos en los que nadie habla y la palabra se vuelve un fantasma”.
En la obra Biblioteca ciega invalida la posibilidad de leer al convertir el braille en una escritura visual y no táctil. Mientras en Trail —pieza realizada a partir de borraduras en un ejemplar de Portrait of an Invisible Man, de Paul Auster— busca un mensaje dentro del mensaje: silenciando al escritor ella habla.
En Los hablantes se representa el “campo de tensiones” producido en toda conversación; sin embargo, no sabemos qué las provocó: “Están todos los elementos ahí: personajes, globos de texto, lo dicho y lo no dicho, la forma en que todo eso describe relaciones posibles. Los hablantes te invita a pensar en esas posibles historias, a construirlas o reconocerte en alguno de sus vacíos”.
Al realizar esta pieza desarrolla una literatura mural, para hacer narrativas visuales en las que se represente el lenguaje, pero también su ausencia.