"El amor se va haciendo odio", dijo una de las tantas esposas que esperan a sus maridos migrantes. Al mirar estas fotografías de Héctor Mediavilla y conocer cómo estas mujeres organizan sus vidas a partir del abandono, es imposible no pensar esta frase como una rotunda verdad. Así como Penélope en La Odisea, destejía de noche lo que tejía de día, el sueño de una vida mejor se va les va desvaneciendo a estas mujeres.
La mirada de Héctor Mediavilla nos revela los pequeños detalles de los que está hecha la vida de las familias que se quedan. A través de ellas denuncia una realidad ineludible de México y muchos países latinoamericanos.
Hay muchos testimonios de la vida y las dificultades de los que se van, pero poco hay documentado sobre los que se quedan. No se sabe ni cuántos son, ni quiénes son; sin embargo, no por ello deja de ocurrir.