El Museo Universitario de Arte Contemporáneo abre sus puertas a una de las artistas más relevantes del artivismo (mezcla de arte y a activismo), Tania Bruguera. Originaria de Cuba, visita la CDMX para prsentar por primera vez sus proyectos a largo plazo que van de 1985-2017.
A lo largo de sus 30 años de trayectoria, Bruguera ha trabajado en transformar el efecto emocional y simbólico del arte, en dirección a la eficacia política, por medio de la inserción del activismo y el performance.
La artista ha dividido su arte performance en actos a corto plazo y actos a largo plazo. En los actos a corto plazo, reestructura eventos icónicos, imágenes y propaganda política, con el fin de movilizar a los ciudadanos. Mientras que los actos a largo plazo no se quedan en la representación, sino que buscan la creación de nuevos instrumentos e instituciones con propuestas de futuros más incluyentes.
La muestra curada por Lucía Sanromán, ahonda en conceptos incrustados en el artivismo con obras como Homenaje a Ana Mendieta (1985-1996), en la que la artista recrea obras de Mendieta para transportarlas al contexto social y cultural cubano en los años ochenta; Memoria de la Posguerra I, II y III (1993, 1994, 2003), se trata de un periódico creado de forma independiente y de la mano de artistas y críticos del arte contemporáneo; y The Francis Effect (2014, a la fecha), una propuesta en la que Bruguera creó una campaña política, solicitando al Papa Francisco la extensión de la nacionalidad del vaticano a todas las personas indocumentadas en el mundo.
Asimismo la restructuración de su obra a largo plazo tiene contemplada la actualización de su performance Movimiento Inmigrante Internacional con la Asamblea del Partido del Pueblo Migrante, una serie de conversaciones con organizaciones de derechos de los inmigrantes con el fin de encontrar soluciones concretas al problema de la falta de derechos de los inmigrantes en estos tiempos extremamente divididos.
Hablándole al poder, estará disponible hasta septiembre. Es una exposición que replantea el arte como herramienta de cambios políticos y sociales y, en nuestro contexto, puede ser una ventana de reflexión acerca de la democracia en México en su próxima jornada electoral.