Cada día es menos complicado trasladar una idea al mundo audiovisual, lo primero que se debe aprender es cómo contar una buena historia. Gracias a la tecnología y las disciplinas multimedia esto es posible. Por ejemplo, la animación engloba todo un universo creativo, desde lo digital hasta lo hecho a mano, pasando por el stopmotion o la rotoscopia. La limitante es la imaginación de sus creadores.
El Festival de Animación Contemporánea de la Ciudad de México ANIMASIVO llega a su onceava edición y se convierte en uno de los principales referentes en el camino de animadores emergentes. Los trabajos expuestos no solo son una oportunidad de crecimiento en esta indutria, también conforman un motor de inspiración para quienes se adentran en la disciplina. También es importante señalar que es una ventana exponencial en América Latina, por lo tanto se vuelve una experiencia multicultural.
Si algo caracteriza a la animación es su proceso milimétrico, tan preciso como la duración de los trabajos. Con una media de 8 minutos, verás proyecciones nacionales e internacionales, además ofrecerán fiestas, actos en vivo, talleres y conferencias del 28 de noviembre al 2 de diciembre de 2018 en distintas sedes de la CDMX.
La selección oficial compuesta por cuatro categorías: Internacional, Nacional, Animæntary y Universitaria. Algunos títulos de los cortometrajes son: Le Mans 1955 de Quentin Baillieux (Francia, 2018), Oh God de Betina Bożek (Polonia, 2017), Yóo Ihlazi – Arroyos que se juntan de Corazón de durazno (México, 2018), Nothing is Original de Alberto Sáenz Gómez Tello (México, 2018), Love He Said de Ines Sedan (Francia, 2018), Blue Light de Harriet Francis Croucher (Reino Unido, 2017) y Big Boy de Jonathan Phanhsay-Chamson (Francia, 2018).