¿Qué tienen en común una intelectual de 80 años, una comunidad indígena y una exguerrillera? Todos son personajes en las obras cinematográficas que presentará la Cineteca Nacional como parte de la semana de cine brasileño.
Entre piezas que tocan narrativas sobre dictadura, guerra, enojo, muerte y pobreza, los directores presentan diferentes lados de Brasil tanto en época como en personajes. Comenzando con En tres actos (Em Três Atos, 2015), bajo la dirección de Lúcia Murat y basado en textos de Simone De Beauvoir, presenta la vida de octogenarios que enfrentan temas de vejez para reflexionar el proceso de la pérdida y la muerte.
Hambre (Fome, 2015) nos transporta a la metrópoli de Sao Paulo con un viejo ambulante que recorre las calles con un carrito de supermercado, dirigida por Cristiano Burlan con una fotografía a blanco y negro. Otra de Lúcia Murat, Memorias que me contaron (A Memória que me Contam, 2012), es un drama sobre el vínculo de un grupo de amigos que combatieron a la dictadura militar brasileña y, tras un reencuentro, las situaciones cambian de manera inesperada.
Una vez más aparece Murat con un documental de la mano de Rodrigo Hinrichsen en La nación que no esperó por Dios (A Nação que não Esperou por Deus, 2015); el desarrollo está centrado en la comunidad indígena de los caduveos, defensores de sus tierras y gente que ha tomado diferentes caminos de su tribu.
Para cerrar el ciclo, Geraldinos (2017), documental de Pedro Asbeg y Renato Martins, quienes explora el colosal recinto del estadio de Maracaná, las derrotas de futbol y la transformación de sus instalaciones.