Cocina mexicana
Foto: Mattza Tobón

Restaurantes de comida mexicana

La comida de todos los estados de la república es la que compone la gastronomía de la CDMX

Escrito por
Time Out México editores
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Descubre las loncherías, las mejores tortas ahogadas y chiles en nogada en la Ciudad de México.

Comida mexicana en la CDMX

Las Originales Petroleras
  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Mexicana
  • Zona Metropolitana
  • precio 1 de 4

Las Petroleras son un platillo endémico de Azcapotzalco. Se trata de una tortilla gigante, a medio camino entre un sope y un huarache, que mide hasta 40 centímetros de largo y tiene un grosor de medio centímetro. Se les unta manteca y frijoles, se les agregan guisos como huevos revueltos, longaniza o carne deshebrada, y siempre se les corona con crema, quesillo y queso rallado. Son una brutalidad, que sabe absolutamente a cada uno de sus ingredientes. En la alcadía hay muchos puestos donde se vende este manjar callejero. Pero Las Originales Petroleras tienen un lugar especial en el corazón de todos los chintololos. La razón: son de las más antiguas y las preparan de dimensiones bastante más consideradas que las demás. En este local, enclavado en el barrio de San Andrés, las hacen de cerca de 30 centímetros y las sacan del comal tanto con salsa verde, como roja. Claro, siempre puedes pedir que solo te pongan de una, pero la combinada tiene lo mejor de los dos mundos. Les puedes agregar huevitos encima. Además, éste es el único local de Petroleras donde puedes tomar cerveza, incluso en caguamas. En los demás las únicas opciones son refrescos. Acá puedes pedir la bebida sola, o en micheladas de sabores como tamarindo o mora azul. Parece mentira, pero con cerveza sí que se disfruta más este manjar.

  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Mexicana
  • Cuauhtémoc

El nombre de Gustavo Macuitl explotó durante el año pasado. Apenas a principios de enero, el chef de San Jerónimo Tecuanipan estaba recibiendo el premio a chef revelación de Culinaria Mexicana y su restaurante en Puebla, Macuitl Molino, llegaba a las listas de los mejores del país. ¿Cuál es su secreto? nada más que el cariño a la tierra.  Cocina de Fieras es un nuevo restaurante en la Roma en el que se unieron los increíbles productos del chef, directo de las faldas del Popocatépetl, con la dedicación del chef Iván Ortíz por el pan, o como él le llama, pan en serio, no en serie. El Rústico era desde hace un tiempo una de los poquísimas panaderías que se preocupan por tener prácticas sustentables desde la siembra del trigo. Aquí puedes ver el molino de donde sale la harina orgánica que usan para las piezas de pan que no solo saben bien, también nutren.  En esta nueva etapa, de viernes a domingo el lugar se transforma en Cocina de Fieras, donde ambos proponen una decena de platos preparados y pensados para disfrutarse, también, sin prisa. Siéntate en la mesa comunal con la hermosa vajilla de barro. Toma un atole de maíz criollo y relaja los hombros, que este spot no es para apresurados. Si vas en estos primeros meses, ojalá alcances el fideo de chilacayote con costra de quesillo, servido con hogaza de arándano y nuez. Un plato apapachador y ligero a la vez por la ausencia de pasta. Si quieres algo con más proteína, prueba los tacos placeros con cecina y longaniza, frijoles, arr

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Hogaza Panadería Gourmet Restaurante
  • 3 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Panaderías
  • San José Insurgentes
  • precio 1 de 4

La expresión “huele a pan” toma un sentido completamente diferente cuando pasas por esta panadería, especialmente entre 1 y 3pm, pues es la hora de la comida de los oficinistas en la zona de Barranca del Muerto. La calle no sólo huele a pan, sino que huele a toda la gama de aromas que un horno puede expedir; como especias, levadura y alguna salsa. Esto se debe a la bipolaridad de la Hogaza, porque de ser una panadería en Plateros (a la vuelta), expandió sus horizontes para ofrecer más delicias que combinen perfectamente con un pan fresco y recién horneado en este restaurante. Ahora puedes disfrutar de ambas modalidades.  Todos los panes como cuernitos, baguettes, pasteles y tartas de la panadería, también los puedes adquirir aquí. Este restaurante tiene una terraza con un par de mesas y en el área interior unas cuantas más para que comas y bebas café chiapaneco recién hecho. El menú es como el de una fonda y los precios lo sustentan. Para desayunar hay chilaquiles con pollo o huevo, a 40 pesos. Tienen todas las posibilidades de revoltura con huevos: con chorizo, salchicha, tocino y hasta espinacas. Si tienes el estómago delicado pide un plato de frutas surtidas con queso cottage. En realidad, yo probaría los molletes porque el pan es excelente y en el menú los anuncian con “con pico de gallo y un toque de especias”. Para comer la cosa se pone aún mejor, hay ciabattas con jamón de pavo, serrano y de pechuga; probé la de salami artesanal con queso manchego y quedé mucho más que

Maizajo
  • Restaurantes
  • Mexicana
  • Roma
  • precio 1 de 4

El taco primordial, tema del que se desprenden todas las variaciones habidas y por haber, es el taco de sal: tortilla calientita del comal, bien enrollada con sal al gusto, y a la boca. El mejor que he comido en un buen tiempo es de Maizajo, la tortillería que abrieron hace unos meses Daniel González y Santiago Muñoz, los chefs de Fonda Mayora, inspirados por sus maestros Alicia Gironella y Gerardo Vázquez Lugo. Su idea es investigar las múltiples variedades de maíz criollo mexicano cultivado sin agroquímicos, afinar procesos de nixtamalización para cada una, difundir los resultados y crear un modelo de negocio exitoso que se pueda replicar en futuras sucursales. La docena de tortillas que me llevé —recién hechas a mano con masa 100% de nixtamal, sin harina— estaban elaboradas con maíz blanco queretano de las milpas de María Elena Lugo, madre del chef de Nicos, pero otro día te pueden tocar de maíz rojo o azul de Milpa Alta y de otras localidades. También venden masa por kilo y unas salsas buenísimas de habanero, chipotles dulces y jalapeño con verduras en escabeche, elaboradas de manera artesanal por la mamá de Santiago. Además, pronto habrá talleres de nixtamalización y visitas a las milpas, para que todos conozcamos más sobre nuestros maíces.

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Tr3s Tonalá
  • Restaurantes
  • Mexicana
  • Roma
  • precio 3 de 4

Una pincelada de cocina mexicana bajo la fórmula de nuevas técnicas y experimentaciones. Tr3s Tonalá se sube al ring de los restaurantes en la Roma con dos knockouts dispuestos a usar en cocina: los chefs Marco Cruz y Sofía Antillón (Nómada y B’ui Cocina de Campo, en San Miguel de Allende). Elementos vintage (pinturas con marcos cargados, libros viejos) repartidos en un vanguardista interior de madera con cobre y ladrillos, mezcolanza que se asemeja a las recetas.  Ejemplo, y entrada sublime, el risotto de huitlacoche abrazado por queso italiano grana padano y especiado con chile serrano que se derrite en cada bocado. La tostada de atún es fresca en proteína y untuosa con cacahuate, acompañada de una picosita mayonesa de chile ancho. En los tacos de salpicón de pato confitado la estrella es la salsa borracha, delirante técnica con el todopoderoso chile pasilla. Las especias acompañan hasta el último tiempo, y en el fondant de chocolate se siente energizante el jengibre con la acidez de frutos rojos. En suma, Tr3s Tonalá cree en la transfiguración de la cocina cotidiana merecedora de probarse.

25Dos
  • 3 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Mexicana
  • Polanco

Después del icónico restaurante español J by José Andrés, en el Hotel W necesitaban renovarse o morir. Por eso llega 25Dos a tratar de ocupar ese lugar con un concepto de comida mexicana contemporánea. El chef Efraín Flores rescata y reinventa las recetas de casas mexicanas en esta nueva apuesta. Se encuentra en el primer piso con decoraciones sobrias y grandes ventanales, un espacio que también sirve como galería de arte, pues encontrarás cuadros y artesanías mexicanas que están a la venta. En cocteles quería un camino al Mictlán ($180) y son shots de tres cócteles diferentes preparados con mezcal, tequila y tuxca, pero no lo tenían. Pedí en su lugar a lo alto del Teocalli ($180), mezcal, licor de chile ancho, jamaica, arándano, limón y chile cascabel; no estoy segura si la combinación de sabores funciona o si me tocó uno en el que predominaba el licor de chile ancho, porque el mesero fue el bartender y me lo preparó. De los tacos de pescado tikin xic ($150) sentí la proteína sobrecocida, pero tenía buen sabor. El de lechón horneado ($75), me fascinó por la cocción de la carne y el cremoso de aguacate que aportó gran textura. Como tip, si pides tacos no tardes en comerlos porque las tortillas se rompen fácilmente. También pedí los esquites negros de la esquina, vienen con huitlacoche, limón, granos de maíz y una especie de mayonesa de epazote; es una forma de elevar los tradicionales equites. Para el plato fuerte me recomendaron arroz negro ($290), lo sirven con huitlacoche,

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La Poblanita Tacos de Guisado
  • 3 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Mexicana
  • Zona Metropolitana
  • precio 1 de 4

Es un imperio femenino y poblano de recetas tradicionales. Son tacos y el menú se observa en las cazuelas humeantes de barro con más de 10 guisados en cuanto llegas, con la respectiva decoración de pápalo en un jarrito de barro. Los más pedidos son los de rajas con crema o los de moronga, cuyo sabor combina a la perfección con unas gotas de limón y salsa roja. Lo que hace a estos tacos de guisado especiales es la longaniza que hacen en Puebla con una receta secreta que no encontrarás en otro sitio, va cocinada en salsa y en un taco con arroz que no necesita que le agregues nada más.  ¡Llega temprano porque todo se acaba!

El Huarache Azteca
  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Mexicana
  • Zona Metropolitana
  • precio 1 de 4

Pareciera que han estado entre nosotros durante siglos, pero la historia de los huaraches está muy bien documentada y no han cumplido ni los cien años. Resulta que son invención de la señora Carmen Gómez Medina, quien tomó un tlacoyo y lo llevó al límite, agrandándolo de tamaño y friéndolo en aceite o manteca. Como Pokémon, el tlacoyo evolucionado recibió el nombre de lo que más se le parecía: un huarache. Esto ocurrió cerca del mercado de Jamaica, donde sus hijos siguen sirviendo huaraches en decenas de variedades, y donde también hay más oferta de huaraches para que puedas escoger sin miedo. La casa del huarache primigenio no se queda atrás en las propuestas de huaraches. Desde 1935 en la calle de Torno, donde todavía quedan talleres con torno, este local sirve huaraches originales rellenos de frijoles espectaculares, como si fueran maneados.  Hay muchas opciones y para ir a la segura es algún huarache que lleve queso Oaxaca, que llega derretido y para comerlo hay que estirarlo y estirarlo. El huarache campestre, lleva champiñones y de las dos salsas que te ofrecen, no decepciona para nada.

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  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Mexicana
  • Cuauhtémoc
  • precio 3 de 4

Quizá las porciones no sean enormes y su costo inhiba pedir entrada, sopa y plato fuerte, pero la vista es inigualable para cualquier hecatombe: el Templo Mayor, la Catedral y la Plaza de la Constitución a tus pies. Además, su chef, José Perea, ha logrado darle una vuelta de tuerca a platillos típicos mexicanos y puedes encontrar en su menú delicias como las tostadas de pato con mole. Además, interesantes opciones de carnes, aves y pescados, y antojitos como las minitortas de cochinita pibil. La sopa de hongos tampoco queda a deber. En fin, este lugar tiene tantas delicias que, aunque uno no quiera, comes como si fuera la última vez. Esta terraza es sobria y relajada, muy cómoda para una tarde cualquiera. Junto a este restaurante está otra terraza más relajada aún, donde puedes pedir una baguete o un café, y disfrutar de la panorámica mientras se despide la tarde. Quizá los únicos inconvenientes son la música de elevador y que cierra temprano

Jacinta Comedor
  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Mexicana
  • Polanco
  • precio 2 de 4

Además de mantener el alto nivel de la cocina centrada en los vegetales de Sud 777 (número 11 en los 50 Mejores Restaurantes de América Latina), el chef Edgar Núñez ahora confirma su dominio de los platos tradicionales mexicanos en Jacinta, un cálido local con detalles artesanales en barro y madera. Entre lo que probé —se puede pedir a la carta o en comida corrida de tres tiempos (no mariscos), por 380 pesos—, quedé encantada con las gorditas de cola de res, con relleno generoso y una masa a la vez tierna y crujiente, elaborada con maíz que ellos mismos nixtamalizan. La cercana competencia sería el ceviche de caracol, o los huevos rotos con mayonesa de ajo y chipotle, ganadores si de curar la cruda se trata. La margarita frapé de pepino, cedrón y jengibre, aromática y digestiva, es de lo más recomendable en bebidas. El huachinango zarandeado (para dos) estuvo muy sabroso para taquear, pero me arrepentí un poco de no haber escogido la lengua en morita como plato fuerte; de verla pasar se me hizo agua la boca y me dicen que es de lo más pedido. El postre fue un arroz con leche perfecto, no batido, no empalagoso, con un sutil toque especiado y cubierto de finas supremas de cítricos. El servicio en Jacinta es eficiente, se nota un gran cuidado por los detalles y los sabores afinados de su bien armado menú siempre te dejan con ganas de regresar. 

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