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El nombre de esta cinta anuncia una historia cursi llena de lugares comunes y situaciones que ya hemos visto en otros largometrajes. Luego de los primeros minutos, confirmamos nuestras sospechas: Amor de mis amores es un cliché.
La cinta dirigida por Manolo Caro (No sé si cortarme las venas o dejármelas largas) narra una conflictiva historia de amor, infidelidad y decisiones. En ella, Lucía (Sandra Echeverría) debe elegir entre casarse con su prometido Carlos (Juan Pablo Medina), con quien lleva años de relación, o emprender una nueva aventura junto a León (Sebastián Zurita), un tipo apuesto del que se enamoró luego de arrollarlo con su auto.
Ah, sí, lo olvidábamos. León también está comprometido con Ana (Marimar Vega), quien viajó a Madrid, lugar que visita Carlos para convencer a su hermano Javier y llevarlo de vuelta a México para ser parte de su boda. ¿Confuso? Exacto.
El resto de los personajes secundarios son intrascendentes y en realidad no aportan nada a la cinta. Sirven de apoyo para un guión flojo, carente de sustancia. Amor de mis amores habla de la importancia de contraer matrimonio y todas las circunstancias que conducen hasta el altar. Sin embargo, nos quedamos con una pregunta: ¿Qué importancia tiene el matrimonio en pleno Siglo XXI?, ¿Sigue siendo una decisión vital?, ¿O es visto como un mero trámite?