¿Cuándo fue la última vez que hablaste con tu madre? ¿Y la última que le dijiste te quiero. Las madres no duran para siempre, y eso Jaime, el protagonista de esta obra, lo sabe muy bien.
La relación madre-hijo es uno de los lazos más fuertes que pueden existir. Conversaciones con mamá, bajo la dramaturgia de Santiago Carlos Oves —quien también dirigió la película argentina estrenada en 2014 en la que se basa esta obra— y la dirección de Antonio Castro, es una invitación a que reflexionemos y valoremos a nuestras mamás.
La puesta sigue exactamente la misma línea temática del largometraje en que se basa; Jaime (Jesús Ochoa) es un cincuentón que tiene una esposa, dos hijos, lujos y autos, pero un día se queda sin trabajo y la única opción para solucionar sus problemas económicos es vender el departamento en el que vive su madre (Queta Lavat), pero ella se resiste ya que tiene un pequeñísimo secreto que la ata a ese lugar. Así, entre discusiones, pleitos, risas, lágrimas y muchos recuerdos, Jaime y su madre reviven sus historias y descubren qué es lo verdaderamente importante.
Tras el éxito obtenido en cine, en 2017 se realizó una adaptación mexicana del mismo texto para teatro, y ahora regresa con una nueva temporada al Teatro 11 de julio con los mismo actores y producción.
La escenografía es de lo más sencilla: un comedor, un sillón y una gran ventana que sirve para representar los cambios de clima y temporada. Igual de sencilla es la iluminación y los efectos sonoros. Sin emabrgo lo importante es la interpretación de los personajes. Por ello no es de extrañar que lo que más destaca (y lo que el público más celebra con risas y aplausos) son los diálogos tan agudos, naturales y espontáneos que sin duda te harán decir “así es mi mamá”. Además, los actores interpretan sus papeles como si fuesen madre e hijo en la realidad.
Si no vas a ver esta simple pero tierna obra de teatro es “porque no tienes madre”, como diría Ochoa.