El año de Ricardo

En un año de elecciones, en un país azotado por la violencia, con instituciones sin credibilidad y gobernado por personas ansiosas de poder, parecería que vivimos en una obra de Shakespeare. El año de Ricardo, obra dirigida por Alonso Barrera, nos muestra por qué el dramaturgo inglés jamás pasará de moda.

La puesta en escena es una versión libre de Ricardo lll, escrita por la dramaturga española Angélica Bidell; es un monólogo que ella misma dirigió e interpretó en España. Los ajustes para su versión mexicana corrieron a cargo de Alonso Barrera.

Ricardo, interpretado por la actriz María Aura, es un empresario sediento de poder que se vuelve político. No teme pisar la cabeza de nadie para alcanzar el escalafón más alto. Se trata de un personaje sumamente crítico contra toda postura, no discrimina, así que odia a todos por igual.

Este personaje es acompañado en el escenario por Catsby, representado por el actor queretano Juan Velázquez Blanco, un personaje que es mudo, no tiene lengua.

“La situación política de México empató con la obra. No era la intención del guión, pero quedó justo. Estrenamos días antes de las elecciones, y eso cobra otra resonancia. Nos enfrentamos diariamente con los mismos conflictos, injusticias, crueldad e indiferencia que vemos en Ricardo”, comenta María Aura.

Mientras transcurre el monólogo, se proyectan en el escenario vídeos y sonidos, como imágenes de los normalistas desaparecidos en Guerrero. Esto brinda dinamismo a la historia.

El vestuario de Alex Medina, diseñador de moda, también da otro peso al montaje, ya que sus confecciones son trajes desproporcionados, cumplen con la intención de que María realmente parezca un hombre débil, delgado y horrendo.

“Retomamos la metáfora de lo que es el personaje de Shakespeare y lo ponemos en un contexto actual. Es una obra sobre lo que en realidad es el poder en nuestros días”, finaliza Alonso Barrera, director de la obra.