"Me voy a suicidar" alardea el hermano menor: homosexual, mitómano y bipolar. "¡Muy original!" le contesta su exitoso hermano mayor: próximo gerente de un centro comercial, esposo y casi padre. "Si pude soportar la quimio, cómo no voy a aceptar que tengas novio, hijo", asegura la moderna madre.
Ellos, junto con otros personajes, tienen una vida privada que no se ve respetada por ser habitantes de un pueblo chico en el que, ninguno, por más respetable que sea, se salva de los chismes y la mala vibra.
Este montaje llegó a México gracias a Sebastián Sánchez Amunátegui, quien nos cuenta que viajo a Bogotá para ver la obra original escrita por el colombiano Pedro Miguel Rozo. En el 2010 se lanzó a Londres para ver un segundo montaje en el Royal Court. Con ambas experiencias creó el suyo.
Se trata de una historia intensa que aborda temas como la homosexualidad y la pederastia, a la que el director Sebastián responde: "son temas de los que hay que hablar. Hay que afrontar que el mundo no es blanco y negro".
Y así, en un escenario blanco y negro, se encuentran todos afrontando la situación. Leticia Cavazos, la madre, nos dice: “mi personaje aparenta que todo está bien, trata de sostener a la familia para que no se derrumbe a pesar de todas los chismes y todas las cosas que están pasando en realidad".
"El padre se trata de un personaje acusado de pederastia. Tiene una profunda tristeza que es resultado de una vida infeliz y de una serie de frustraciones, con ganas de cambiar su vida pero sin el valor ni la fortaleza para lograrlo", cuenta Marco Treviño quien lo interpreta.
"Vivimos en un mundo políticamente correcto, aburrido e hipócrita, donde la gente ya no habla de lo que tiene que hablar, y esta obra lo único que hace es abordar un tema desde la humanidad, que ya olvidamos", confirma su director.