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Los Vengadores, de Joss Whedon, fue un final épico para la primera fase cinematográfica de los superhéroes de Marvel, donde todos los elementos dispares de la franquicia se reunieron gratificantemente. Sin embargo, Era de Ultrón se siente como la mitad de temporada de una serie, planteando una interesante historia pero sin cambiar el juego para cimentar las bases de la próxima entrega, Infinity War (2018).
Podría ser una compilado de MacGuffins, cristales mágicos, semidioses con pieles rojas y con un lado psíquico, pero el corazón de Ultrón es un simple -e incluso poco original- guión sobre la arrogante ambición y la tecnología fuera de control.
Cuando Tony Stark (Robert Downey Jr.) y Bruce Banner (Mark Ruffalo) se unen para crear la primera AI funcional para todo el mundo, no se detienen a pensar en las consecuencias. Claro, no pasa mucho tiempo antes de que Ultrón (con voz de James Spader) construya un ejército de robots empeñados en aniquilar a la población del planeta, empezando por los Vengadores.
Whedon reveló que su primer corte era de más de tres horas, y eso se nota. Vengadores: Era de Ultrón se siente excesivamente cortada y forzada, disparando un explosivo juego de piezas, deja ideas incompletas y da a los personajes motivaciones turbias.
Mientras la introducción de nuevos superhéroes, como Quicksilver (Aaron Taylor-Johnson) y la confusamente multi-talentosa Scarlet Witch (Elizabeth Olsen), podría excitar a los fanáticos de los cómics, todo se ve como una saturación de personajes que dejan en segundo plano a otros protagónicos, como Thor (Chris Hemsworth) y Capitán América (Chris Evans).
Pese a eso, Vengadores: Era de Ultrón es aún una película de Joss Whedon, dotada de compasión, secuencias de acción ágiles y una pomposa ejecución.