Bumblebee

Después de cinco películas, la saga de Transformes nos ha dejado un sabor agridulce. Bueno, más agrio que dulce. Durante 10 años, trataron de crear un universo solido que se transformara en el favorito de todos, pero ,al igual que su animación, los polígonos de sus personajes son tan molestos como un cochecito en el zapato.

Para dar una pausa a la historia —y tal vez repensar hacia donde llevarla—, presentan el primer spin off de la saga; Bumblebee, que narra la historia de uno de los personajes más queridos de los Autobos, el vochito amarillo —no es necesario que le pegues al de a lado—. Aquí conocerás desde por qué no tiene voz, hasta por qué eligió este emblemático modelo. 

Situada en 1987, Bumblebee es enviado a la Tierra por ordenes de Optimus Prime. Su misión es esconderse para que los Decepticons no encuentren al líder de los Autobos y así pueda sobrevivir su legado. Después de unos ríspidos momentos, Bumblebee se desactiva y queda agonizando en un botadero de chatarra hasta que la amante de los carros, Charlie Watson —una adolescente frustrada y con mala actitud— lo despierta, pero tristemente, la relación entre ellos no sobrepasa el mascota-dueño.

Sí, emociona ver en la pantalla los modelos originales de 1984 —que sin querer arrancarán gritos de emoción—, pero la formula de el-sountrack-con-éxitos-ochenteros ¡Ya no funciona! ¡Paren por favor! Tal parece que Bumblebee se empeña por insertar el cassette de éxitos de The Smiths a la fuerza —literal—, en una entrada USB, sin tener éxito. Ya lo hizo Guardianes de la Galaxia hace cuatro años, ya no es rentable. Paren.

Por otro lado, los efectos especiales son disfrutables y muy limpios. Por fin se aprecia cada pieza y se logra entender la transformación de cada personaje. Aplauso para el director Travis Knight.

Aunque funciona perfectamente como película de niños, nunca profundiza en temas como la depresión adolescente, el bullying o la madurez, simplemente están ahí, flotando alrededor de las partes de autos que van quedando en el camino.

A todos los crecieron en los ochenta, se les desbordará el recipiente de la nostalgia, pero al final, será una película que solamente disfrutaran sus hijos.