Prima facie
Hacía seis años, desde 'Una gossa en un descampat', que no veíamos a Vicky Luengo en un escenario en Barcelona. Un tiempo en el que se ha hecho un nombre con mayúscula en Madrid, hasta el punto de que el año pasado estrenó la obra del momento, el 'Prima facie' de Suzie Miller que levantó el premio Olivier al mejor nuevo texto británico de 2022. Una pieza exigente, dura, que pide una 'prima donna' capaz de recorrer el camino espinoso de la Tessa Ensler, una abogada litigante acostumbrada a salirse con la suya defendiendo agresores sexuales y que tendrá que pasar el mismo calvario que las mujeres contra las que actúa. No es fácil lo que hace Luengo durante más de hora y media de función. Y llega un momento en que consigue algo tan difícil en un teatro, que es hacerte olvidar de que estás en una platea con gente alrededor, hacerte creer que lo que ves es solo para ti. 'Prima facie' es trepidante, magnética y provoca que no solo Tess tenga que hacer frente a sus fantasmas, sino que obliga a todos y cada uno de los espectadores a preguntarse si el sistema funciona, si las mujeres están suficientemente protegidas frente al abuso. Todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario, cierto, pero ¿por qué parece tan fácil no pagar por lo que has hecho, sobre todo si tienes dinero y poder? Un desafío enorme que Vicky Luengo salda con una nota altísima La obra de Miller peca, a veces, de ser un poco de manual. Primero conocemos a Tess y, justo en medio del recorrido teatral,